La andadura de la nueva RTVE no ha podido empezar de peor manera. Una semana después de que la nueva corporación tomara el relevo del anterior ente público, los sindicatos con representación en la radiotelevisión pública ya denuncian irregularidades y amenazan con llevar a RTVE a los tribunales e, incluso, pedir la paralización preventiva del expediente de regulación de empleo (ERE) que afecta a 4.150 empleados, el 44,3% de la plantilla.
El detonante de esta situación es el trasvase de empleados del ente público, que ya se encuentra en situación de liquidación, a la corporación. En el primero, sólo deben permanecer los afectados por el ERE, que seguirán trabajando para RTVE hasta que su prejubilación sea efectiva. Sin embargo, la dirección de la empresa ha incluido en este grupo a unos 165 empleados, principalmente de centros territoriales de TVE y emisoras de Radio Nacional, que no se han acogido a la regulación de empleo pero que el grupo considera como excedentes en sus actuales puestos de trabajo y a los que ahora pretende recolocar.
Los representantes sindicales consideran que esta decisión 'unilateral' sitúa a los afectados en una especie de 'limbo' que, a medio plazo, puede servir para forzarles a abandonar la empresa, frente a lo firmado en el acuerdo para el saneamiento de RTVE, que garantizaba que todas las salidas debían ser voluntarias.
Desde CC OO, Marcel Camacho explicó que lo que tiene que hacer la empresa es, atendiendo a la ley y a lo acordado, incluir a estos trabajadores en la corporación y, posteriormente, si es necesario, resolver los posibles desajustes organizativos.
Los sindicatos unificarán posturas sobre este asunto hoy por la mañana en un encuentro del Comité General Intercentros (CGI), que, ya por la tarde, se reunirá con responsables de la dirección para tratar el caso.
Si la empresa no rectifica, los sindicatos acudirán a la vía judicial para denunciar lo que consideran una ilegalidad y promoverán asambleas y movilizaciones de protesta contra una transición en RTVE que UGT califica de 'caótica e improvisada'. Y todo ello a sólo siete días de que el nuevo consejo de RTVE y su presidente tomen posesión
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