El conselleiro de Innovación e Industria de la Xunta, Fernando Blanco, aseguró ayer que la decisión adoptada por los directivos de la empresa Henkel Ibérica de cerrar a finales de año la fábrica de jabones que la multinacional tiene en la localidad de Culleredo (A Coruña) parece 'irreversible'.
En declaraciones a los medios durante una visita a Ferrol, Blanco manifestó que tras reunirse en el municipio coruñés con responsables de la firma alemana, la decisión de la empresa de cerrar la planta de Culleredo parece ser definitiva y sin 'marcha atrás', pese a las buenas perspectivas económicas que presentaba el centro.
El conselleiro indicó que el trabajo de la Xunta de Galicia se centrará ahora en buscar una solución al cierre que garantice el puesto de trabajo de cerca de 150 empleados fijos de la firma y su recolocación en otras empresas en la zona.
Los trabajadores de la fábrica de jabones 'La Toja' que la empresa Henkel Ibérica posee en el polígono industrial de Alvedro (Culleredo) mostraron su sorpresa por el anuncio de cierre ya que, tras superar un expediente de regulación de empleo (ERE) en 2002 que afectó a 20 trabajadores, la planta funcionaba a pleno rendimiento.
El conselleiro de Industria y el regidor de Culleredo, Julio Sacristán (PSOE), se reunieron ayer en el consistorio coruñés para tratar de buscar una solución alternativa al cierre de la fábrica y su probable traslado al este de Europa, que no arrojó resultados positivos, según indicó el propio Blanco.
La fábrica de Henkel en Culleredo fue adquirida por la firma alemana hace 15 años, después de que en 1905 la fundara el Marqués de Riestra.
Actualmente, la planta produce geles, pomadas, talcos y otros productos cosméticos.
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