El 2006 ha sido, para Zaragoza y Aragón, el año del inicio de la mayoría de las obras e infraestructuras de la Expo 2008 y su repercusión en el incremento de la actividad económica regional es evidente. Según el Instituto Aragonés de Empleo, el paro en la provincia de Zaragoza descendió en 5.407 personas de enero a octubre del pasado año, hasta situarse en 26.862. Ello supone un descenso del 16,80% y sitúa a Aragón entre las comunidades españolas con menor índice de paro (un 4,40% de la población activa).
En los terrenos de lo que va a ser la sede de la Expo, en el meandro de Ranillas, están trabajando más de 1.700 empleados, principalmente en obras de urbanización y saneamiento, en la construcción de los pabellones, en las bases de los edificios más emblemáticos de la muestra, como la Torre del Agua, y en los puentes que unirán el recinto con diversos barrios de la ciudad, como el puente del Tercer Milenio o el Pabellón Puente, que ya han hollado con sus enormes vigas los primeros tramos de las aguas del Ebro.
A ellos se suman los cientos de empleados que actualmente trabajan en el plan de acompañamiento de la Expo, concretamente en el plan de acondicionamiento de las riberas del Ebro, las obras de limpieza y urbanización de las orillas del Canal Imperial de Aragón a su paso por la capital aragonesa, y las obras del entorno de la estación intermodal de Delicias. En total, más de 3.000 personas trabajan ya para la Expo y se calcula que este año 2007 se llegará a las 7.000.
Ha sido necesario traer mano de obra de fuera. Según la oficina de prensa de la Expo, el 65,35% de los empleados en las obras del meandro de Ranillas procede de prácticamente toda España, incluidas Ceuta y Melilla. El resto, un 34,65%, son extranjeros procedentes de 41 países, entre los que destacan Portugal (199), Mauritania (41), Rumanía (39), Senegal (34), Gambia (30), Ghana (25), Mali (20), Argelia (18), Ecuador (14) y Marruecos
(12). De momento, no hay quejas sobre el cumplimiento de los pactos entre la Administración y los sindicatos para supervisar las condiciones de contratación, con objeto de evitar el exceso de subcontratas y garantizar las medidas de seguridad. "Mientras que la media de siniestralidad en el sector de la construcción en España ha sido en el 2006 del 7%, en el meandro de Ranillas no ha llegado al 4%, lo que significa que estamos en el buen camino, aunque debemos mejorar", dijo Julián Buey, secretario general de Comisiones Obreras de Aragón.
Hata ahora, la mayoría de los contratos están en la construcción. Pero según un estudio del Inaem y de la CAI a partir de ahora el panorama va a ir cambiando y en el 2008 los servicios de mercado supondrán el grueso de los 16.510 empleos que se necesitan para la recta final de la Expo.
En los meses previos a la inauguración se prevé un repunte espectacular del empleo. Según la directora del Inaem, Ana Bermúdez, "se rozará en la región el pleno empleo masculino, por lo que los esfuerzos por incorporar a nuevos trabajadores se centrarán en el colectivo femenino, que hoy cuenta con 25.000 desempleadas en la región". Por su parte, el director general de la CAI, Tomás García, señala que la Expo tendrá un importante impacto en el empleo de comunidades limítrofes, como Navarra, Catalunya, País Vasco o Valencia. Pero nadie duda de que los inmigrantes seguirán teniendo un papel decisivo, y Ana Bermúdez no descarta la posibilidad de recurrir a la contratación en origen.
MARIO SASOT
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