La Confederación de Empresarios de Galicia reclamó al presidente de la Xunta que consiga mejores condiciones para las empresas gallegas, «que no pueden hacer patriotismo, sino rentabilizar inversiones». Los sindicatos CC.OO, UGT y CIG pidieron que se actúe para que el capital de las industrias no se vaya fuera.
A pesar de estas solicitudes, un optimista Emilio Pérez Touriño restó importancia al desembarco en el país luso de Pescanova e insistió en que respeta su proyección exterior. «Si nos llena de orgullo que invierta en Namibia o en Iberoamérica, debemos mostrar la misma actitud ahora que lo hace en Portugal; es decir, hay que aplaudir cuando las firmas se internacionalizan».
La compañía firmó el pasado día 8 de este mes en Lisboa un acuerdo para crear en Mira una planta de cría, engorde y procesado de rodaballo que empleará a 300 personas y alcanzará una producción anual de 7.000 toneladas. El jefe del Ejecutivo gallego recordó que esta infraestructura, inicialmente pensada para Touriñán, fue denegada por tratarse de un espacio incluido dentro de la Red Natura.
No obstante, el mandatario autonómico anunció que los tres proyectos que la multinacional que preside Manuel Fernández de Sousa contempla para Lugo superan en 220.107 metros cuadrados los 162.566 que hubiese ocupado, en caso de ser aprobada, la granja de la Costa de la Muerte. «Por tanto, podemos calificar de falsas las apreciaciones de que la propuesta pensada para esta zona castigada por el «Prestige» se ha ido, porque hay alternativas y se están tramitando», dijo el jefe del Ejecutivo gallego.
De hecho, anunció que las consejerías de Innovación y Pesca mantendrán el próximo día 15 una reunión con los responsables de Pescanova para avanzar en estas iniciativas.
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