El escándalo de espionaje en HP se ha cobrado su primera víctima. Bryan Wagner, uno de los investigadores privados contratados por el fabricante de PC para destapar a la garganta profunda que desde el Consejo de Administración pasaba información confidencial a la prensa, se declaró la pasada madrugada culpable de los cargos que se presentaban contra él por robo de identidad y conspiración.
Wagner, de 29 años de edad, trabajaba para una empresa de investigadores privados de Colorado. Con su declaración de culpabilidad ante la oficina del fiscal del distrito norte de California, el joven espía admite haber obtenido de forma fraudulenta datos confidenciales, como el número de identificación de la Seguridad Social de dos directivos de HP y dos periodistas, y el acceso a sus registros telefónicos. Ahora está colaborando con la justicia.
El escándalo en el gigante tecnológico fue destapado en septiembre pasado y obligó a la entonces su presidenta no ejecutiva, Patricia Dunn, a dejar la compañía. Dunn se declaró inocente de los cargos presentados contra ella. En el caso de Wagner, uno de los cinco implicados en el fraude, se le considera un investigador privado de poca monta. Su declaración de culpabilidad no incluía ningún tipo de acuerdo con vistas a la sentencia que se dictará contra él a final de junio, por la que puede ser sancionado con 500.000 dólares y hasta siete años de cárcel.
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