La selección de 2.665 temporeros marroquíes para la campaña de la recogida de la fresa y los cítricos en Huelva comenzó ayer en la ciudad marroquí de Mohamedía, a sesenta kilómetros de Rabat, donde cada día se examinarán las candidaturas de unos 300 aspirantes, dos para cada puesto ofertado.
Esta oferta de trabajo, que se enmarca dentro del acuerdo sobre flujos de mano de obra suscrito entre los dos países, ofrece a los trabajadores marroquíes la posibilidad de ser contratados en origen, por lo que llegan a España con todos los papeles en regla y con sus correspondientes permisos de residencia y trabajo.
La preselección de candidatos, o más bien candidatas, puesto que la inmensa mayoría son mujeres, ha corrido a cargo de la Agencia Nacional de Promoción del Empleo y las Competencias (ANAPEC) de Marruecos.
Según José Cervantes, representante de la Oficina Laboral de la Embajada de España en Rabat, esta preselección se va a hacer, al igual que en la campaña de 2006, siguiendo el perfil establecido por los empresarios onubenses del sector.
Los trabajadores que resulten seleccionados serán contratados por empresas agrupadas en cinco asociaciones de empresarios de Huelva.
En la selección de ayer, a la que concurrieron entre 300 y 400 personas, participaron representantes de dos de estas asociaciones, ASAJA Huelva y Fres Huelva, que sometieron a los candidatos propuestos por la ANAPEC a una entrevista.
Para optar a uno de estos contratos, los empresarios requieren a personas de entre veinte y cuarenta años, con fortaleza física y experiencia en labores agrícolas, subrayó Cervantes.
El representante de la oficina laboral de España en Marruecos explicó que los empresarios prefieren contratar a mujeres debido a su "idoneidad" para este trabajo.
"Las mujeres tienen las manos más pequeñas y delicadas, lo que facilita la recogida de frutos pequeños como la fresa y la frambuesa", recalcó Cervantes.
Las trabajadoras seleccionadas, una vez obtenidos los correspondientes visados, se incorporarán a sus puestos de trabajo en las explotaciones agrícolas a principios del mes de marzo, que es cuando suele empezar la campaña de recolección de la fresa.
Durante los tres meses que dura su contrato de trabajo en España, estos temporeros obtienen unos ingresos diez veces superiores a los que obtendrían en Marruecos, puesto que en España ganarán un poco más de treinta euros diarios mientras que en su país percibirían menos de tres.
El empresario se compromete a asumir los gastos de alojamiento de los temporeros durante su estancia en España.
La concesión de los visados para estos trabajadores se condiciona además a un compromiso de retorno que el temporero tiene que firmar antes de iniciar su viaje.
Todos estos requisitos, además del perfil exigido para la contratación, se dirigen a intentar evitar que no se reproduzca la situación que se vivió en el año 2005, cuando más del cuarenta por ciento de los temporeros marroquíes contratados en origen no regresaron a su país al término de su contrato.
Aquel año, la preselección se hizo en muchos caso en grandes ciudades como Rabat y Casablanca, donde la mayoría de los candidatos no tenía ninguna experiencia en labores agrícolas.
Ya en la campaña del año pasado se aplicó el criterio de preseleccionar a personas procedentes del medio rural, preferiblemente mujeres con cargas familiares, para así asegurar su retorno.
Si el trabajador es contratado como temporero cuatro años seguidos, tiene además la posibilidad de acceder a un contrato de trabajo de un año en España.
El número de temporeros marroquíes que acuden a la campaña de la fresa y los cítricos en Huelva es aún relativamente bajo, pues este año será de 2.665, de un total de más de 33.000 extranjeros contratados para esta labor.
Sin embargo, la contratación de marroquíes para estas labores agrícolas parece ir al alza, debido fundamentalmente a la proximidad geográfica, y este año aumentará en unos ochocientos trabajadores, en relación con los 1.800 temporeros del año 2006.
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