El vicepresidente de principal sindicato malasio, el MTUC, Alwar Balasubramaniam, demandó en una reciente entrevista concedida al Boletín de la Confederación Sindical Internacional (CSI) que todos los inmigrantes "sean contratados mediante acuerdos entre Gobiernos, ya que las agencias los explotan". "Les sacan grandes sumas de dinero", subrayó.
"Los migrantes que desean venir a trabajar a Malasia tienen que hacerlo a través de las agencias y nosotros quisiéramos que eso se hiciera a través de acuerdos entre Gobiernos", indica el sindicalista en la entrevista, que recuerda que en el país hay cerca de tres millones de inmigrantes, sobre una población de 25 millones de personas.
De estos trabajadores, sólo cerca de la mitad se encuentra en situación legal. "Esas personas llegaron legalmente a Malasia pero debido a que sus empleadores omitieron deliberadamente renovar sus permisos de trabajo, cayeron en la ilegalidad", denuncia.
Aunque la mayoría de inmigrantes procede de Indonesia -por lo que el MTUC acaba de firmar un acuerdo de cooperación con el principal sindicato de este país, el ITUC- también hay ciudadanos de Nepal, India, Camboya, Vietnam o Bangladesh en situación de grave desprotección.
El sindicalista denuncia que la mayoría de los trabajadores "llega a través de agencias de contratación". "A menudo hay migrantes que tienen que trabajar entre seis y doce meses sin ganar nada mientras tratan de reembolsar el dinero que le deben a las agencias", señala.
De este modo, en la mayoría de los casos, "los migrantes tienen dos contratos de trabajo: uno que les dieron en sus países de origen, donde se les prometía un buen salario, y otro que les dieron aquí, con un salario inferior. Una vez llegados a Malasia, no les queda ninguna alternativa y se ven obligados a aceptar lo que se les ofrece", continúa relatando el sindicalista.
Aunque en 2004 el Gobierno ofreció una amnistía a todos los migrantes que estaban en situación ilegal, "muchos no podían irse del país porque sus empleadores no les habían pagado sus salarios".
Finalmente, tras una prórroga en el periodo inicial, más de 327.000 trabajadores migrantes "se fueron en esas condiciones". De este modo, "la explotación de los migrantes también afectó a la mano de obra local" ya que "no hay suficientes trabajadores extranjeros".
"Los demás podían ser reprimidos" prosigue el sindicalista, por lo que el Gobierno creó un grupo de voluntarios (denominados relas) que percibía 50 'ringits' (diez euros) por cada inmigrante descubierto en situación ilegal.
SIN AFILIACIÓN
A todos estos problemas se suma el hecho de que los inmigrantes no pueden afiliarse a cualquier sindicato. "La mayoría de los migrantes tiene mucho miedo de afiliarse a un sindicato porque en sus contratos se estipula que no deben participar en ninguna actividad sindical. Eso es ilegal", afirma Balasubramaniam.
La MTUC cuenta con cerca de 592.000 miembros, la mitad de los cuales son mujeres. "Procuramos que los trabajadores migrantes conozcan sus derechos, principalmente a través de los medios informativos", explica el sindicalista.
"También los ayudamos si tienen problemas con sus empleadores, por ejemplo, en caso de despido. Hemos representado a trabajadores migrantes en muchos pleitos. Todas las semanas entran migrantes a nuestros locales para pedir ayuda y los atendemos a todos", especifica Balasubramaniam.
Por último, entre los planes futuros, la MTUC tiene intención de formar una asociación de trabajadores domésticos ya que "estos trabajadores no tienen derecho de formar un sindicato porque la ley de Malasia no los considera trabajadores propiamente dichos". "Hemos presentado al Gobierno una solicitud para formar esa asociación", anunció el sindicalista.
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