La situación de la mujer en Marruecos ha mejorado en los últimos años, aunque sigue existiendo desigualdad y carencias que se perciben, sobre todo, en el acceso de la mujer al trabajo y las condiciones laborales que sufren. Pese a ello, y según indica la delegada de personal y coordinadora del Comité de la Mujer de la Policlínica de Marrakech (CNSS), Naima Bourguerjouma, sus condiciones han mejorado con su entrada en los sindicatos.
"Las mujeres han comprendido que al estar afiliadas a un sindicato tienen más derechos", señala Naima Bourguerjouma en una entrevista recogida en el Boletín de la Confederación Sindical Internacional (CSI).
Bourguerjouma comenzó a trabajar en una policlínica de Casablanda, y en 1995 se trasladó a Marrakech. Pertenece al sindicato Unión Marroquí de Trabajadores (UMT) desde 1986, y en 2003, se convirtió en la primera mujer en ocupar el cargo de supervisora general en su políclínica en la que trabajan 140 empleados, de los cuales, el 75% son mujeres.
"Hasta hace poco, las mujeres no podían asumir cargos de responsabilidad en la policlínica, pero las cosas están cambiando", afirma Bourguerjouma, que añade que una de las principales dificultades a las que se enfrentan las trabajadoras es conseguir que se respete el derecho al tiempo de lactancia.
"Las mujeres tienen derecho a la lactancia en sus lugares de trabajo pero por la noche es muy difícil poder hacerlo. Nos arreglamos entre nosotras todo lo que podemos para que las jóvenes madres no tengan que trabajar por la noche. Es una cuestión de solidaridad", afirma.
El cargo de supervisor general estaba hasta 2003 reservado a los hombres, pero "gracias a la lucha sindical yo fui la primera mujer que lo ocupó", señala orgullosa Bourguerjouma.
Sin embargo, no hay muchas mujeres dispuestas a luchar y arriesgar tantas cosas para poder acceder a un puesto de responsabilidad en Marruecos. Según Bourguerjouma, esto se debe al "miedo al acoso sexual y psicológico". "Pero al haber mujeres en cargos altos, se sienten más seguras, tienen más confianza y mejora su rendimiento en el trabajo".
En estos más de tres años como supervisora, Bourguerjouma afirma haber visto varios casos de mujeres que sufrieron acoso sexual, sin embargo, se optó por resolver el problema "sin hacer mucho ruido" porque las mujeres prefirieron proteger a sus familias. Hoy día, las cosas han cambiado, y las mujeres "se atreven más a hablar y reaccionar inmediatamente ante todo el mundo cuando un hombre se propasa con ellas".
Muestra de este cambio es que hoy día, "las mujeres son muy mayoritarias en los sindictos del sector de la salud", un cambio en el que también ha influido, según la propia sindicalista, la campaña desarrollada en Marruecos 'Mujeres para los Sindicatos para las mujeres'.
A nivel local, la oficina sindical de UMT tiene un 75% de mujeres y un 25% de hombres. A nivel nacional, hombres y mujeres constituyen aproximadamente el 50%, "pero todos los altos cargos están ocupados por hombres", denuncia Bourguerjouma. Y añade que, en la UMT, la proporción global de mujeres "sigue siendo baja".
Pese a todo, Bourguerjouma, se siente optimista. "La mujer va tomando conciencia de sus derechos y obligaciones y lucha por tener más responsabilidades", e insiste en que todo es fruto del trabajo de años. "No se nos está haciendo ningún regalo, lo que obtenemos es realmente el resultado de nuestra lucha", matiza.
ABIERTA AL MUNDO
La mujer marroquí está cada vez más abierta al mundo. El contexto familiar y social evoluciona, y los hombres comienzan a permitir más fácilmente que sus mujeres salgan para ir a reuniones. "Es la contrapartida del hecho de que la mujer hace un aporte económico al hogar", señala Bourguerjouma.
Por todo esto defiende que "no hay que detenerse, hay que impulsar una visión a largo plazo en pro de los derechos de la mujer, seguir avanzando", porque si no lo hacemos, "retrocederemos".
El pasado mes de septiembre, Bourguerjouma participó activamente en un seminario de evaluación de la campaña en pro de derechos para las mujeres en los sindicatos, como parte de la Campaña internacional de la CSI 'Los sindicatos para las mujeres, las mujeres para los sindicatos', donde se intercambiaron experiencias entre Marruecos y Argelia.
De esta experiencia, Bourguerjouma destaca que los problemas que tienen las mujeres en todos los países del mundo, en general, "son los mismos". "Pero al escuchar a mis compañeras argelinas me di cuenta de que allí los sindicatos pueden acceder más fácilmente a las fábricas que aquí, en Marruecos, donde manda la patronal", criticó Bourguerjouma.
A su juicio, "sería necesario disponer de más información sobre lo que sucede en las demás regiones y en los demás sectores", porque "a veces falta comunicación para poder comparar mejor las distintas situaciones", concluyó Bourguerjouma.
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