Cuando la próxima primavera se apruebe previsiblemente la Ley para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres, que antes de Navidad superó su primer trámite parlamentario en el Congreso, apenas una de cada 1.700 empresas locales estará obligada a cumplir con las exigencias que el Gobierno quiere imponer para acercar la teoría de la igualdad a la práctica laboral y social. Pese a la polvareda que durante meses ha levantado la negociación de la norma entre Administración, patronal y sindicatos, la realidad del tejido empresarial español, mucho más acusada en el caso de la provincia, es que apenas un 0,5% del total de las empresas tiene más de 250 trabajadores. Es decir, sólo ese porcentaje se verá obligado a cumplir las exigencias legislativas con iniciativas como la elaboración de un plan de igualdad, contar con agentes de evaluación o exponerse a sanciones por el incumplimiento de la norma.
Los trabajadores del resto de las empresas deberán atenerse a lo que consiga negociarse a través de los convenios colectivos, y para ellos será más difícil aún hacer un seguimiento de la aplicación de los principios por la igualdad y contra la discriminación.
En el caso de León, según consta en el Directorio Central de Empresas, más de la mitad de las sociedades registradas no tienen ni siquiera un trabajador. Ni siquiera una de cada cien empresas locales cuenta con más de cinco empleados, lo que hace especialmente complicado aplicar iniciativas como la igualdad en la promoción o en los cargos de decisión de las compañías. Sólo 19 de las 32.359 sociedades registradas tiene más de 200 trabajadores.
A nivel nacional la situación no es muy diferente, de hecho el 99% de las empresas tiene menos de 250 empleados, y por tanto no están obligadas a concretar planes que garanticen una situación equitativa para los trabajadores de ambos sexos. En total, se aplicará en 4.700 sociedades.
Desde el Ministerio de Trabajo se justifica este límite de empleados alegando que es necesario contar con una «masa crítica» suficiente como para garantizar una aplicación efectiva del plan de igualdad; y que intentar extenderlo a un universo empresarial mayor sería «abarcar mucho y apretar poco».
http://www.diariodeleon.es/se_leon/noticia.jsp?CAT=111&TEXTO=5478706
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