Dos súbditos chinos serán juzgados próximamente por dirigir un taller de confección en el que empleaban de forma clandestina a compatriotas que se hallaba de forma irregular en el país. La Fiscalía ha pedido tres años de prisión para Jin B. y Mao W. a los que acusa de un delito contra los derechos de los trabajadores.
Los dos acusados, según el fiscal, dirigían un taller de confección en un local ubicado en la urbanización Los Cipreses, en la barriada de Ciudad Jardín. En el taller empleaban a compatriotas que se encontraban de forma irregular en España, algunos de ellos carecían incluso de «documentación alguna que acreditase su identidad» -según relata en su escrito de acusación el fiscal- y lo hacían sin contrato de trabajo, ni afiliación a la Seguridad Social y por tanto sin garantizar la cobertura de las enfermedades o accidentes laborales que pudieran sufrir.
El día 16 de marzo de 2006 se produjo un registro judicial en el taller donde se localizaron trabajando en las mencionadas condiciones a cinco chinos en máquinas de coser. Los trabajadores realizaban jornadas laborales muy superiores a lo legalmente permitido, sin descanso semanal y por salarios inferiores a los mínimos reconocidos para el sector de la confección, incluso, en algún caso, sin retribución alguna por la condición de aprendiz del empleado. Además, el local donde estaba instalado el taller carecía de luz natural y de ventilación ya que las ventanas habían sido cegadas con cartones y se encontraban en lamentables condiciones de insalubridad.
Un año antes de este registro, la Policía desmanteló otro taller en la misma zona. En aquella ocasión se trataba de una vivienda de dos plantas en la trabajaban seis inmigrantes chinos de forma clandestina.
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