Cara y cruz para Candover. El fondo de capital riesgo que dirigen Alejandro Von der Phalen y Javier Abad ha empezado el año a lo grande, como habían prometido, cerrando la compra de Parque Reunidos por cerca de 900 millones de euros. Justo la misma cantidad de dinero que habían dispuesto para su primera y gran operación en territorio español: la empresa de certificación Applus.
Aquella operación, abortada a última hora después de haber recibido todos los parabienes por parte de los vendedores, Agbar, Caja Madrid y Fenosa, vuelve a recobrar actualidad seis meses después. El motivo no es otro que la demanda presentada contra Candover el pasado 21 de diciembre en los juzgados de lo Civil de Madrid por “incumplimiento contractual de mala fe”.
Según ha podido confirmar este diario, la demanda corre a cargo de Sergi Pastor y Lucio Moreno (ex consejero delegado y ex director general de Applus, respectivamente), los dos directivos con los que Candover había alcanzado un acuerdo para llevar a cabo la operación: los ejecutivos aportaban la gestión continuando al frente de sus cargos y el fondo corría con el grueso de la transacción. Un management buy out de manual.
A las puertas del verano, momentos antes de acudir al notario, la compra de Applus se cayó sin explicación aparente. Entonces, ante el mutismo de las partes, se extendió el argumento de que Candover había reculado por las excesivas pretensiones reclamadas por parte de los gestores, una acusación que Pastor y Moreno entienden como absolutamente falsa.
Los servicios de Freshfields
Ahora, tras meses de contactos esporádicos para alcanzar algún tipo de acuerdo amistoso, los dos ejecutivos, que tuvieron que abandonar Applus tras anularse la operación, han decidido llevar a los tribunales al fondo inglés. Por un lado, entienden que la acusación de Candover es infundada y que responde a otro tipo de intereses; por otro, reclaman 6,3 millones de euros por daños y perjuicios.
La pareja formada por Von der Phalen y Abad no parece dispuesta a entendimientos y han contratado los servicios de Freshfields para llevar la defensa de Candover. Después de pelear agresivas financiaciones de apalancamiento, la firma de capital riesgo no está dispuesta a soltar tal dineral por su marcha atrás en Applus. De momento, el pasado vuelve a hacerse presente.
Los comentarios están cerrados.