Una docena de dirigentes sindicales internacionales asistirá a la reunión anual del Foro Económico Mundial de Davos, que se desarrolla durante esta semana, para denunciar los principales impedimentos que existen en la economía a la hora de crear "empleos decentes", coincidiendo con la presentación de la campaña mundial 'Trabajo decente para una vida decente'.
En su declaración ante el Foro, los dirigentes sindicales analizarán "el creciente desplazamiento del poder", que se escapa del control de los trabajadores "a medida que se socavan sus derechos fundamentales".
En este sentido, aprovechando su estancia en Davos, los sindicatos se entrevistarán con altos funcionarios de una serie de instituciones intergubernamentales con el fin de reclamar coherencia en la política mundial y que se coloquen las preocupaciones sociales y medioambientales en el centro de las tomas de decisiones.
Asimismo, los sindicatos pedirán a las empresas que rindan cuentas sobre los impuestos, el papel de las inversiones de los fondos privados de acciones y las responsabilidades sociales y medioambientales de las compañías.
El secretario general de la Confederación Sindical Internacional (CSI) –que representa a 168 millones de trabajadores en 154 países–, Guy Ryder, explicó que "el hecho de que los índices de los impuestos a las empresas estén cayendo a pique en todo el mundo mientras los países se abocan a efectuar competitivos recortes impositivos está teniendo una enorme repercusión negativa sobre los recursos necesarios para que haya buenos servicios públicos".
"Esto dificulta todavía más la meta de crear empleos decentes y combatir la pobreza mundial", aseveró Ryder, presente en Davos junto con la presidenta de la CSI, Sharan Burrow. "El principal tema del Foro de Davos –'La ecuación sobre el desplazamiento del poder'– plantea muchas cuestiones clave con respecto a la orientación de la economía mundial y las falacias que siguen existiendo", agregó.
Cerca de 2.500 asistentes entre líderes políticos y personalidades financieras se reunirán hasta el 28 de enero en la localidad suiza de Davos para discutir sobre asuntos políticos, económicos y sociales, al tiempo que tratarán de encontrar soluciones a largo plazo para los problemas planteados.
TRABAJO DECENTE
Precisamente, la Confederación Sindical Internacional (CSI), el Foro Social Progresista, Social Alert International y Solidar presentaron la semana pasada en Nairobi, con motivo del Foro Social Mundial que se celebra en la ciudad africana hasta este jueves, una campaña mundial a favor del trabajo decente que pretende que esta actividad se coloque "en el centro de las políticas de desarrollo, económicas, comerciales, financieras y sociales a nivel nacional, europeo e internacional".
La campaña, denominada 'Trabajo decente, vida decente', llevará a cabo medio centenar de actividades durante el trascurso del Foro aunque la iniciativa finalizará en 2010, con la celebración del Campeonato Mundial de Fútbol en Sudáfrica.
El proyecto fue 'apadrinado' por la ganadora del Nobel de la Paz en 2004, Wangari Maathai, así como por el secretario general de CSI, Guy Ryder, y miembros de la Social Alert International, entre otros. En palabras de Ryder, "aunque el trabajo decente está comenzando a figurar en las declaraciones internacionales, no lo promueven los principales actores de la gobernanza mundial".
"Tenemos que lograr que esos actores cambien de opinión y se den cuenta de que el crecimiento comercial y económico internacional solo no está creando suficientes puestos de trabajo ni erradicando la pobreza. El trabajo decente es una parte fundamental para solucionar el descontento existente con la mundialización", agregó.
Por su parte, desde Social Alert International explicaron que "la consecución del trabajo decente para todos debería ser la meta y el comienzo de una mayor coherencia política entre los principales actores de la gestión económica y social mundial".
"Instituciones mundiales como el FMI, la OMC y el Banco Mundial deben reconocer que sus políticas están originando mayor inseguridad, irregularidad e informalidad para la mayoría de los trabajadores del mundo. En nombre del bienestar humano no podemos dejar que esto continúe", comentó uno de sus miembros, Bart Verstraeten.
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