El grupo alemán Siemens anunció ayer ante sus accionistas, durante su asamblea general anual en Munich, su promesa de proporcionar "una aclaración íntegra y completa sobre el caso de los sobornos", que azota la popularidad del grupo desde mediados del mes de noviembre, de boca de su presidente, Klaus Kleinfeld .
El presidente de la firma, que obtuvo un beneficio de 788 millones de euros en el primer trimestre del año, reduciendo así en un 16% sus beneficios, en relación al mismo periodo de 2006, admitió que algunos de sus empleados y ex-empleados actuaron al margen de la ley, y para este tipo de prácticas "no hay lugar en Siemens". "Cuando me enteré, me quedé perplejo", reconoció el directivo ante los accionistas del grupo alemán.
En este sentido, Kleinfeld mostró su deseo de que la crisis por la que atraviesa la compañía sirva como "ejemplo de la lucha" contra la corrupción. Sobre esta asamblea general había muchas expectativas, motivo por el que 32.000 accionistas confirmaron su asistencia, un 15% más que el año pasado.
por su parte, el director del consejo de supervisión de Siemens, Heinrich Von Pierer, también aseguró que se hará "todo lo preciso" para aclarar el escándalo y rechazó por su parte las críticas que se le achacan en el caso de corrupción de la empresa, en el que según Siemens, se podría haber producido un desfalcado de hasta 420 millones de euros.
Von Pierer aseguró que él hizo "lo posible por luchar contra la corrupción", y lamentó que sus esfuerzos no hubieran sido suficientes para evitar la situación en la que ahora se encuentra la compañía.
Por si acaso y ante la posibilidad de que las investigaciones de la Fiscalía de Munich se dirijan contra Klaus Kleinfeld, éste ya ha contratado los servicios de Klaus Volk, el abogado que defendió a Josef Ackermann, actual consejero delegado de Deutsche Bank, en el 'Caso Mannesmann'.
Heinrich Von Pierer también ha elegido un abogado que trabajó en este mismo caso. Se trata de Sven Thomas, defensor del ex director de esa compañía de telefonía, Klaus Esser.
Además de ello, Siemens ha contratado los servicios del bufete de abogados Debevoise y del experto en anticorrupción Michael J. Hershman, para, por su parte e internamente, llevar a cabo las investigaciones en la compañía.
La Fiscalía de Munich estudia el caso desde mediados de noviembre y busca a los responsables de haber desviado alrededor de 420 millones de euros a cuentas de países como Austria y Suiza, para emplearlos después para sobornos a posibles clientes.
Por otra parte, Siemens anunció también en un comunicado que ha adquirido el fabricante estadounidense de 'software' UGS por 2.100 millones de dólares (1.600 millones de euros).
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