Los salarios regulados por convenio colectivo crecerán entre un 2% y un 3% este año, según los criterios rubricados ayer por patronal y sindicatos. Esos porcentajes recogen la inflación prevista (2%), la desviación (al menos en parte) de los precios sobre ese nivel y las ganancias de productividad. El acuerdo, que fija los criterios utilizados por empresas y trabajadores para pactar sus convenios, afecta a 10 millones de trabajadores. El texto aborda de forma muy tibia las novedades que introduce la Ley de Igualdad. Y, por primera vez, alude a la necesidad de "erradicar la economía sumergida".
La negociación de convenios para este año cuenta ya con unas pautas que deberán respetar empresarios y trabajadores. La patronal CEOE y los sindicatos mayoritarios, UGT y Comisiones Obreras, firmaron ayer un preacuerdo para 2007, que afectará a 10 millones de trabajadores cuya labor se rige por convenio (la mitad de los ocupados en España, según la Encuesta de Población Activa). Es el quinto año consecutivo en que los agentes sociales adoptan esta iniciativa.
De esos trabajadores, sólo el 48,5% se verá totalmente concernido por los nuevos criterios, pues son los empleados cuyos convenios han expirado en 2006 y requieren renovación en 2007. Al 51,5% restante sólo le afectará la política salarial, que se revisa cada año aunque no se redacte un nuevo convenio (suelen tener una duración media de tres años). Éstos son los principales aspectos del texto firmado ayer por Toni Ferrer (UGT), Ignacio Fernández Toxo (CC OO), Juan Jiménez Aguilar (CEOE) y Elías Aparicio (Cepyme):
– Moderación salarial. Sindicatos y empresarios son conscientes de que la moderación salarial aplicada en los últimos años ha fomentado el empleo y mantenido la paz social. Por eso han recurrido a la misma estructura salarial recomendada otras veces: subidas según la inflación prevista (2%) más la desviación (0,7 puntos en 2006) y las ganancias de productividad (para 2007 se prevé un 0,7%). Esta fórmula ha arrojado en los últimos años mejoras de entre el 2% y el 3%. Los porcentajes varían, pues no todos los convenios restituyen íntegramente el poder de compra perdido por la desviación de precios ni aplican la misma productividad.
Por primera vez desde que se suscribe, el texto incorpora la necesidad de "contribuir a erradicar la economía sumergida". También que la mejora de la productividad se refleje en los salarios, que han perdido peso sobre la economía en los últimos años. De representar el 47,8% del producto interior bruto en 1995, suponen ahora el 45,8%.
– Igualdad de hombres y mujeres. El texto evita entrar en las medidas que fija la Ley de Igualdad para fomentar la presencia y promoción de la mujer en el trabajo (las empresas con más de 250 trabajadores estarán obligadas a negociar planes de igualdad y al resto se le sugiere adoptar medidas). Los negociadores se escudan en que la ley aún no está en vigor -previsiblemente lo estará en marzo- y, por tanto, no existe obligación de aplicarla.
Pese a todo, el texto fija algunos criterios de igualdad (fomentar la contratación de mujeres en profesiones donde estén subrepresentadas, subsanar las diferencias retributivas, promover la conciliación de la vida laboral y familiar…) que "se adecuan a los contenidos" de la ley, un proyecto del Gobierno que la patronal ha rechazado tajantemente desde su redacción. Además, se recuerda la obligación legal de facilitar la organización del trabajo a las víctimas de violencia machista.
– Planes de pensiones. Es otra de las novedades del acuerdo. Empresarios y sindicatos comparten "una valoración positiva" de este instrumento, complementario a la pensión pública, y consideran que debe tratarse en la negociación de convenios.
– Empleo estable. Este capítulo resulta más comprometido que otros años, pues traslada los principales aspectos de la reforma laboral aprobada en 2006 para reducir la temporalidad. Patronal y sindicatos instan a evitar el encadenamiento injustificado de contratos eventuales para una misma persona, así como la rotación de diferentes empleados en un mismo puesto. Los negociadores recuerdan que las necesidades permanentes de la empresa deben atenderse con trabajadores fijos, no temporales.
– Rejuvenecer plantillas. El texto traslada también las novedades pactadas con el Gobierno en Seguridad Social. Se recomienda recurrir a la jubilación parcial (posibilidad de que el trabajador se retire parcialmente a partir de los 61 años a cambio de que se contrate a otro para relevarlo) como método de rejuvenecer plantillas.
– Alcohol y absentismo. Empresarios y sindicatos abogan por analizar la incidencia que el consumo de alcohol y de otras sustancias tiene en la seguridad laboral. También citan el estrés y el absentismo injustificado como elementos de preocupación, por lo que animan a controlar las ausencias reiteradas de trabajadores y a corregir esas situaciones.
– Empresas responsables. Ante las reticencias que este concepto suscita en algunas compañías, el texto subraya que las medidas de responsabilidad social corporativa pretenden "mejorar la eficiencia y la competitividad del tejido productivo, sin cuestionar la función de crear riqueza y empleo". El acuerdo recomienda difundir las buenas prácticas de actuación e implicarse en su cumplimiento.
L. ABELLÁN
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