El tan comentado enfriamiento del sector inmobiliario no se refleja en el mercado de trabajo. Cataluña debe el crecimiento del empleo en 2006 casi exclusivamente a la construcción: de las 92.800 personas ocupadas de más con que contaba al finalizar 2006, hasta 82.200, es decir, casi el 90%, correspondían a este sector. Esta dependencia es uno de los factores que no ha permitido a Cataluña reducir su tasa de empleo temporal -ha subido un punto-, pese a ser la comunidad autónoma que más contratos temporales ha convertido en fijos al abrigo de la reforma que aplicó el Gobierno central para fomentar el empleo estable. Hasta 130.000 catalanes se han beneficiado de ella.
"Claro que nos preocupa [la dependencia de la construcción], se trata del sector más vulnerable, con personal menos cualificado", admitió ayer la consejera de Trabajo de la Generalitat, Mar Serna, respecto al enorme peso que el sector del ladrillo ha tenido en la buena marcha del empleo en Cataluña el año pasado, según reflejan los últimos datos de la Encuesta de Población Activa (EPA), hecha pública ayer.
Uno de los problemas que conlleva esta dependencia es el aumento de la tasa de temporalidad. En total, el peso del trabajo eventual ha pasado del 25,4% al 26,4%, un incremento sorprendente en un año en que la reforma laboral aplicada por Gobierno central para fomentar el empleo estable ha llevado a récords históricos de contratación indefinida. De hecho, paradójicamente, Cataluña es la comunidad autónoma donde se han hecho más conversiones de contratos temporales a fijos durante el periodo que duró la reforma, con más de 130.000 beneficiados. En el conjunto del año, se firmaron 472.770 contratos fijos, el 38,3% más que el año anterior.
Inmigración
La inmigración también ha debilitado el tirón del empleo estable. "A muchos inmigrantes se les hace contrato temporal simplemente porque su permiso de trabajo también es temporal", explicó ayer Serna, quien apuntó también que el trabajo de campo de la EPA no ha podido constatar el empuje de las conversiones de contratos temporales a fijos de los últimos meses.
Las grandes cifras son positivas: el empleo ha crecido en 92.800 personas, hasta 3,4 millones de trabajadores y la tasa de paro se mantiene en el 6,7%, por debajo de la media española (8,3%) y de la de la UE (8,2%). Se trata, además, de una de las tasas de desempleo más bajas de los últimos 30 años y muy cercana a lo que se considera una situación de pleno empleo, cuando el desempleo afecta a menos del 6% de la población activa. El único sector que ha perdido empleo es la industria, con 3.000 puestos de trabajo menos, pero la consejera de Trabajo recordó que se trata de un sector "con cada vez menos mano de obra intensiva".
Desde 2003, Cataluña ha creado 400.000 nuevos empleos, lo que significa 356 nuevos puestos de trabajo por día.
Por su parte, los sindicatos Comisiones Obreras y UGT resaltaron ayer la necesidad de mejorar la situación de la mujer en el mercado laboral, que sufre una tasa de paro del 8,1% en Cataluña, casi tres puntos superior a la masculina. No obstante, la tasa de paro femenino es superior en el conjunto de España (11,4%) y en la Unión Europa (9%).
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