Los trabajadores de los astilleros de Sevilla prevén mantener una reunión con la Subdelegación del Gobierno central en Sevilla para pedirle a sus responsables que 'atenúen' los cargos contra los operarios que fueron detenidos el pasado mes de julio por un supuesto delito de daños contra agentes de la autoridad, tras un enfrentamiento con la Policía Nacional durante una protesta.
Según indicaron a Europa Press fuentes del comité de empresa, esta petición viene motivada por el hecho de que 'actualmente vivimos una situación de tranquilidad y paz social, tras haber alcanzado un acuerdo con la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (Sepi) y después de que Astilleros de Huelva se hiciera con la factoría sevillana, garantizando el empleo de toda la plantilla'.
Por ello, esperan poder mantener una reunión con representantes en Sevilla del Gobierno central con la idea de 'disminuir y atenuar en lo posible los cargos que se puedan presentar contra los dos detenidos'.
Por su parte, el abogado de los dos trabajadores de la factoría de Izar en Sevilla, José P. G. y Manuel G. R., que fueron detenidos demandó el sobreseimiento del caso al no apreciar indicios de delito. Ambos trabajadores de 44 años, fueron detenidos durante varias horas y después puestos en libertad con cargos tras ser acusados de agresiones contra agentes de la Policía Nacional y daños contra una motocicleta de este Cuerpo.
La protesta que los trabajadores de astilleros protagonizaron el 13 de julio de 2006 ante el Ayuntamiento de la capital, en contra de la decisión de la Sepi de adjudicar la planta a Astilleros de Huelva, se saldó con cinco heridos de gravedad, tres policías y dos trabajadores.
El número de heridos leves atendidos por los servicios sanitarios se elevó a 26 personas, de las que 18 eran, según la Policía Nacional, agentes del Cuerpo que 'fueron agredidos por los manifestantes' cuando intentaban impedirles el paso al salón de plenos.
En cuanto a los dos detenidos, la Policía concretó que uno de ellos fue arrestado acusado de agredir a un agente del Cuerpo –a quien supuestamente le propinó un puñetazo– y el otro por lanzar, presuntamente, piedras que impactaron en el pie de otro agente.
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