La evolución del mercado de trabajo en la provincia está siendo positiva durante los últimos años, y lo fue en el recién finalizado 2006, pero tiene sus claroscuros, según ponen de manifiesto los estudios elaborados por el Observatorio Ocupacional que opera en Cáceres.
Entre esas sombras, por ejemplo, se puede señalar que el 35% de los contratos que se realizan a los jóvenes menores de 30 años «no superan los tres meses de duración». El 94% de los contratos que se les hace son de carácter temporal.
Asimismo, la mayoría de los jóvenes que demandan empleo, hasta el 75%, no tienen estudios superiores a los de Secundaria, lo que les condena en buena medida a trabajos poco cualificados, que son los solicitados por los menores de 30 años.
Sólo el 7% de los que buscan empleo a esa edad son universitarios, aunque la proporción de mujeres con estudios superiores es superior a la de los hombres.
En la parte positiva, en cambio, se puede citar que durante el pasado año descendió en la provincia el número de parados. Lo hizo en un 5%, lo que significa que 1.215 cacereños abandonaron la lista del paro y, muy importante, el descenso afectó tanto a hombres como a mujeres.
De hecho, el paro en los varones viene mostrando una evolución a la baja, con algún ligero repunte, desde el años 2002, cuando el número de parados hombres en la provincia sumaba 9.473. El 2006, sin embargo, se cerró con 8.368.
En cambio, la cifra de mujeres desempleados ha presentado una tendencia al alza, que ha remitido en el 2006, aunque levemente. La cifra de mujeres en paro en la provincia supera a la de los hombres, y el pasado año se situó en 14.753.
Por lo que se refiere al número de contrataciones realizadas, la evolución es claramente positiva desde el año 2002, pasando de 124.943 a 146.903 en el 2006.
Servicios es el sector que se muestra más dinámico a la hora de contratar (60.000 contrataciones), muy por encima de la agricultura (40.000), que ha ido descendiendo la cifra de contrataciones en los últimos años, mientras que la construcción (alrededor de 30.000) mantiene una evolución estable.
«La principal particularidad del mercado de trabajo en la provincia es que Cáceres siempre ha tenido un gran peso agrícola, pero cada vez menos porque los servicios se van imponiendo», explica Jesús Barriga, coordinador del Observatorio Ocupacional del Servicio Público de Empleo Estatal (antiguo Inem).
Barriga y la técnico analista Pilar Aramillo son los responsables de elaborar los estudios y análisis del mercado laboral en Cáceres. Su base de datos es aprovechada por diversas instituciones y organismos (Diputación, Cámara de Comercio, ayuntamientos…) y pasa por ser la más rigurosa y actual para examinar cómo se mueve el mercado de trabajo.
Dos estudios
Los dos últimos estudios realizados examinan a dos colectivos con más difícil incorporación al mundo del trabajo, los jóvenes menores de 30 años y las mujeres.
El primero de ellos pone de manifiesto el dato antes señalado: se hacen contrataciones para periodos muy cortos, aunque los cacereños menores de 30 años son objeto del 37% del conjunto de las contrataciones que se llevan a cabo a personas de la provincia de todas las edades. Es decir, es un buen porcentaje.
Asimismo, uno de cada cuatro demandantes de empleo (el 25%) en la provincia tiene menos de 30 años, lo que significa, según el estudio, «una paulatina reducción del número de demandantes» en los últimos años.
Los puestos más solicitados son los de peones: de industrias manufactureras, agrícolas, de construcción, etcétera. Y a continuación los que ya exigen algún nivel de profesionalidad, como camareros, dependientes o personal de oficina. También profesionales como mecánicas, fontaneros, carpinteros y barnizadores. Las ocupaciones más demandadas con un nivel de formación superior son las de enfermeros, auxiliar de enfermería y docentes.
Las contrataciones que se realizan coinciden en buena medida con esa demanda. Destaca por ejemplo, el número de contrataciones para dependientes de comercio y cajeras; también para auxiliares domiciliarios, cuidadores y otros servicios a la comunidad, así como ocupaciones en el ramo de la hostelería.
Por lo que se refiere a la Formación Profesional, las especialidades que han demostrado tener mayor grado de inserción en la provincia son las de tubero industrial, conductor de camión pesado, fontanero, tutor de empresa, camarero de restaurante-bar, monitor socio-cultura y programador de aplicaciones informáticas.
En cuanto al último Informe del Mercado de Trabajo de las Mujeres, el Observatorio Ocupacional señala que su situación laboral «está todavía en desventaja con respecto a los hombres, a pesar del acercamiento producido entre ambos sexos en los últimos años». De hecho, mientras la tasa de paro es más alta en el sexo femenino, las contrataciones son mayores en el caso de los varones.
Limpieza
Las ocupaciones más demandadas por mujeres en la provincia cacereña son personal de limpieza (11.609 demandantes), trabajadoras cualificadas para la agricultura (7.796) y peones de industria manufacturera ( 6.474).
La actividad económica que mayor tasa de mujeres contratadas tuvo en el 2005 fue la industria de la confección, seguida de las actividades sanitarias, veterinarias y servicios sociales.
La temporalidad, asimismo, también afecta al colectivo femenino, ya que sólo el 4% de los practicados tuvieron carácter indefinido durante el 4%.
Por último señalar que las mujeres constituyen el 65% de los alumnos de Formación Ocupacional en la provincia, y logran un porcentaje de inserción laboral del 71%.
http://www.hoy.es/prensa/20070201/caceres/contratos-hacen-jovenes-superan_20070201.html
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