La mayor parte de las mujeres norteamericanas laboralmente en activo, casi un 90%, han negociado con éxito condiciones de trabajo flexibles a lo largo de su carrera para conservar su puesto de trabajo y compatibilizar a la vez su vida familiar sin ver por ello mermados sus ingresos, según un estudio elaborado por la 'Simmons School of Management', con sede en Boston.
El estudio pone de manifiesto, además, que las mujeres que no negocian y que "ceden" terminan perdiendo poder adquisitivo. Para sus autores el hecho de que la mayor parte de las mujeres negocien condiciones favorables "les está haciendo liderar los nuevos modelos laborales, no sólo para ellas sino también para los hombres".
El estudio, basado en una encuesta elaborada por esta Escuela de Negocios de Boston en colaboración con la empresa HP, apunta también que de ese 90% de mujeres que negociaron con sus superiores condiciones flexibles de trabajo, un 88% lo hizo con el fin de poder compatibilizar su empleo a tiempo completo con su vida familiar.
Según explica en un comunicado de la citada Escuela la profesora y directora del estudio, Mary Shapiro, las mujeres "lideran ya la forma en la que los empleados en el futuro tendrán más control sobre sus carreras profesionales". "Ellas están cambiando el paradigma profesional", puntualiza, "y se están convirtiendo en agentes de sus propias carreras".
La encuesta fue realizada vía 'on line' a 400 profesionales norteamericanas de niveles medios y altos a partir de veinte años de experiencia laboral en empresas u organizaciones no lucrativas. La encuesta pretendía testar las razones por las que las mujeres tomaban ciertas decisiones profesionales y cómo conseguían el equilibrio entre trabajo y vida personal. La media de edad fue de 43 años.
Las más jóvenes manifestaron su preferencia por hacer la jornada laboral completa y sus peticiones se centraban casi en exclusiva en no hacer viajes de trabajo y tener los fines de semana libres. Las trabajadoras más experimentadas valoraban además tener un equilibrio razonable entre su vida personal y profesional, por lo que negociaban horarios flexibles y poder hacer parte de su trabajo desde casa.
MÁS INGRESOS Y EQUILIBRIO EN EL HOGAR
Este nuevo Informe contradice otros anteriores, que advertían de que las mujeres que pedían flexibilizar sus condiciones laborales veían mermadas sus ganancias.
Así, la mayor parte de las trabajadoras entrevistadas que pactaron estas condiciones aseguraron haber ganado más dinero. Sus ingresos no eran menores que los de aquellas que se mantuvieron en sus trabajos sin negociar medidas compatibles con sus vidas privadas. El 85% de las encuestadas eran responsables de, por lo menos, la mitad del dinero mensual que entraba en sus hogares.
De esta forma la encuesta contradicie la imagen que hasta ahora se tenía de la mujer trabajadora, según la cual en un momento dado tenía que elegir entre seguir en su puesto de trabajo o abandonarlo para ocuparse de su familia. Estudios previos situaban en el 37% las mujeres que optaron por dejar de trabajar voluntariamente para hacerse cargo de sus familias, mientras que esta reciente encuesta sitúa el mismo porcentaje, según las respuestas obtenidas, en sólo el 18%.
"Las mujeres de la encuesta dijeron que tenían que trabajar, bien para mantenerse o bien para ingresar en sus hogares un porcentaje significativo de ingresos", explica la profesora Shapiro, pero "han sido inteligentes y creativas y han flexibilizado sus condiciones laborales como una manera estratégica y poderosa de permanecer en sus puestos de trabajo, poner equilibrio en sus vidas y, aún así, tener éxito económico".
El 60% de las entrevistadas aseguraron que son más leales con aquellas empresas que tienen en cuenta sus peticiones. Según el Informe, las compañías que propician este tipo de negociaciones, tanto para sus empleadas como para sus empleados, se benefician considerablemente.
"Los acuerdos flexibles en el trabajo podrían ser el avance estratégico más importante en las próximas décadas para atraer y retener el talento tanto de trabajadoras como de trabajadores", concluyó Shapiro, para quien "el hecho de que la mayor parte de las mujeres negocien les está haciendo liderar los nuevos modelos laborales, que beneficiarán no sólo ellas, sino también a los hombres".
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