Sólo uno de cada diez casos de acoso sexual en el ámbito laboral que se denuncian en Galicia acaba en condena, según los datos aportados al Parlamento por la directora xeral de Relacións Laborais, Pilar Cancela, que aludió a las «dificultades» que tienen las víctimas para aportar pruebas en este tipo de procesos. Cancela respondió ante la Comisión parlamentaria de Sanidade a una pregunta de la diputada nacionalista Ana Pontón, quien subrayó que el acuso sexual en el trabajo «é un acto máis de violencia de xénero».
También aludió a la existencia de encuestas en el ámbito de la Unión Europea, que estiman que en torno al 3% de las mujeres sufrieron en algún momento acoso en el trabajo.
Pilar Cancela aludió al problema, pero sólo desde el punto de vista de las relaciones laborales, excluyendo por tanto los casos que se dirimen por la vía judicial, que, por otra parte son la mayoría. De este modo, la responsable de Relacións Laborais señaló que el acoso sexual en el trabajo esta considerado como «unha infracción moi grave», susceptible de ser sancionada con una multa de entre 3.000 y 90.000 euros en caso de que las autoridades laborales levanten la correspondiente acta y lleguen a probar los hechos denunciados.
Esto es algo que no ocurre con una frecuencia notable. Primero, porque en Galicia no se registran demasiadas denuncias sobre acoso sexual ante las autoridades laborales y, segundo, porque únicamente se llegan a probar el 10% de las demandas.
Trienio 2004-2006
Según Cancela, en el trienio 2004-2006 las autoridades laborales sólo tuvieron constancia de 10 denuncias por acoso sexual en el trabajo (2 en A Coruña, 1 en Lugo, 2 en Ourense y 5 en Pontevedra), «e só nun caso se chegou a comprobar que o houbo», recalcó la directora xeral, lo que en su opinión demuestra que existen «dificultades probatorias».
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