Los inmigrantes se han convertido en las dos últimas décadas en el segmento de la población que más ha impulsado el crecimiento económico en las ciudades de EEUU gracias a la apertura de nuevos negocios. Un informe presentado esta semana señala que en 2005 el 0,35% de la población inmigrante adulta creó un negocio al mes, mientras que sólo el 0,28% de los estadounidenses hizo lo mismo.
"Los inmigrantes han sido el motor empresarial de las grandes ciudades, desde Nueva York a Los Ángeles, porque han estimulado el crecimiento en muchos sectores económicos y han revitalizado varias zonas de las ciudades que estaban dormidas", ha asegurado Jonathan Bowles, director del Centro para Un Futuro Urbano, el instituto de investigación sociológica con sede en Nueva York que ha realizado el informe.
La investigación indica que el crecimiento económico propulsado por los inmigrantes se hace notar en todas las ciudades importantes de EEUU pero donde más se puede observar su relevancia es en Nueva York. Entre 1994 y 2004, el empleo creció en la ciudad de los rascacielos una media del 6,9% anual, pero esa cifra se disparó en las áreas de la ciudad que mayor cantidad de inmigrantes recibieron, como algunos barrios del distrito de Queens, donde se situó en el 27,9%.
Bowles ha señalado, sin embargo, que los gobiernos locales han hecho poco para ayudar a los empresarios inmigrantes y que las políticas económicas han pasado por alto su aportación, tanto en los momentos de bonanza como en los de crisis. Por esta razón, el director de la investigación advierte del peligro de perder a estos grandes propulsores de la economía estadounidense si no se les ofrece algo más de apoyo y planificación por parte de las instancias oficiales.
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