Un portavoz de PSA Peugeot Citroen afirmó ayer que "no está de actualidad" una reestructuración en el fabricante francés de automóviles, una opción que se estudiará sólo después de haber utilizado otros mecanismos para cumplir los objetivos de reducción de costes.
Un portavoz recordó a EFE que el nuevo presidente de PSA, Christian Streiff, insistió ayer en la presentación de los resultados de 2006 en que "una de sus prioridades es la reducción de costos", al ser interrogado sobre rumores de un recorte de plantilla.
Para llevar a cabo esa baja de gastos, Streiff se refirió en primer lugar a cambios en la política de compras, y sobre todo recurrir más a proveedores que trabajan en países de costes bajos o incrementar la producción local para sus fábricas.
El presidente también aludió al programa para disminuir los gastos de estructura, para el que todos los centros de trabajo han recibido instrucciones, y un recorte en los costes de concepción de nuevos vehículos, para que cada coche que se lance se pueda hacer con un precio inferior al que sustituya.
"Sólo después se verá si hay que trabajar sobre la capacidad industrial", comentó el portavoz, que añadió que la estrategia diseñada por la dirección se basa en un crecimiento del grupo.
Al definir sus prioridades, Streiff había establecido un escalafón y dijo que después de la calidad venía la reducción de costes.
A ese respecto, subrayó que "se debe operar a corto plazo un cambio drástico en el ritmo de ahorro: en el programa de los próximos meses están la gestión de efectivos, reducción de gastos de estructura, ganancias de productividad rápidas en todas las plantas y en todas las direcciones de la empresa, simplificación de la organización".
Streiff no quiso contestar directamente a la pregunta de si puede haber nuevos cierres de fábricas en Europa, como ocurrió con la de Ryton en el Reino Unido, sino que subrayó que cada factoría tendrá que estar a un nivel de competitividad en sus gastos fijos.
"Nunca he dado garantías sobre el empleo a los sindicatos y no lo voy a hacer", indicó antes de afirmar que en la empresa hay diálogo con los representantes de los trabajadores, y que ante eventuales reducciones de puestos de trabajo la empresa se preocupa de no dejar a los asalariados solos para encontrar alternativas.
Las acciones de PSA Peugeot Citroen eran con diferencia las que más caían hoy del índice CAC-40 de la Bolsa de París a media hora del cierre de la sesión, un 3,66%, cuando el índice general bajaba un 0,75%.
El miércoles habían bajado un 0,48% después de la presentación de los resultados de 2006, en que vio reducidos en un 82,9% sus beneficios, que quedaron en 176 millones de euros, y su margen operativo cayó al 2% de la facturación tras el 3,4% de 2005.
El presidente remitió al mes de septiembre para cifrar los objetivos financieros que puedan esperarse de su programa cuatrienal "cap 2010".
No obstante, avanzó que para 2007 los nuevos modelos que se van a lanzar deberían representar ventas de 1.050.000 vehículos sobre una base de un año completo.
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