Los trabajadores de Microser Electronics protagonizarán a las 12.30 horas de mañana viernes una concentración a las puertas de la empresa ubicada en el Parque Tecnológico de Boecillo, ante la amenaza de cierre de la empresa y la pérdida de 321 empleos, además anunciaron ayer que intensificarán las movilizaciones con protestas ante distintos organismos de la Junta de Castilla y León durante las semanas siguientes.
Los propietarios de la antigua Tyco, el grupo norteamericano de riesgo Denali Partners LLC, presentó el pasado viernes la solicitud de suspensión de pagos en un juzgado de Madrid, que deberá nombrar a los administradores concursales que se harán cargo del control de la compañía.
Los 321 trabajadores de Microser fueron informados ayer de la situación por el comité de empresa y decidieron poner en marcha las movilizaciones. Según informó su presidente, Roberto Cáceres, de Comisiones Obreras, los empleados celebrarán el sábado el Carnaval por las calles de Valladolid con su atuendo de trabajo como disfraz. El comité de empresa sospecha, «aunque no lo podemos demostrar, que la antigua Tyco fue vendida a sus actuales propietarios por el valor de un euro».
El grupo norteamericano de riesgo Denali Partners presentó la solicitud de suspensión de pagos a pesar del compromiso que adquirió en mayo de 2006 de mantener la actividad al menos durante dos años a cambio de un plan de viabilidad que incluía un expediente de regulación de empleo (ERE) con la pérdida de más de 350 empleos. Díez de los puestos de trabajo de Boecillo desaparecieron mediante bajas voluntarias y los restantes pertenecían a la planta ya cerrada de Madrid.
El edificio de Madrid
Al parecer, la viabilidad de la empresa de Boecillo depende de la venta de este edificio. Sin embargo, los delegados sindicales de Microser Electronics en Madrid consideran que han existido ofertas de compra por valor de hasta 17 millones de euros, que el grupo norteamericano ha rechazado. «Creemos que el verdadero objetivo es hacer caja y largarse», argumentan.
El consejero de Economía y Empleo, Tomás Villanueva, rechazó ayer las críticas de los grupos de la oposición respecto de la responsabilidad de la Junta en la grave situación por la que atraviesa Tyco, antigua Microser y alegó que dicha crisis «no era previsible». Villanueva respondía de esta manera al portavoz socialista de Economía y Empleo en las Cortes, Jorge Félix Alonso, quien el martes acusó el martes a la Junta de no haber realizado «ningún control ni seguimiento» de la empresa Microser. Alonso dirigió su crítica en concreto al consejero Tomás Villanueva.
También el partido Tierra Comunera exigió ayer a la Junta de Castilla y León que ofrezca una explicación acerca de Microser Electronics. Esta formación culpa al Gobierno regional de la política llevada a cabo con esta empresa, a la que se dio «un trato de favor en su instalación y favoreció con subvenciones superiores a lo normal». Tierra Comunera exige que se explique a los castellanos «para qué han servido los 30 millones de subvenciones que la Junta 'regaló' a Tyco».
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