La OCDE aconseja a Bélgica que suprima el subsidio de paro del que pueden beneficiarse los menores de 30 años aunque no hayan trabajado nunca, dentro de una serie de reformas para tratar de reducir el paro juvenil.
Este subsidio, en un primer momento, 'debería estar condicionado a la búsqueda activa de un empleo o a la participación en una medida activa durante al menos tres meses, y su duración debería limitarse a cuatro años', señala la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
En un informe divulgado titulado 'Empleos para los jóvenes: Bélgica', la organización considera que ese dispositivo debería eliminarse a más largo plazo 'para mejorar las incitaciones al trabajo'.
Los autores del documento consideran que las autoridades belgas deberían 'ayudar más a los jóvenes a tener un buen comienzo en la vida activa', y recuerda que la tasa de paro del grupo de edad de entre 15 y 24 años seguía en 2005 en torno al 20%, al mismo nivel que diez años antes.
El paro afecta en primer lugar a los jóvenes con pocas titulaciones, y en particular en la región de Bruselas y en Valonia (la parte francófona de Bélgica) y es 'particularmente preocupante' que un 12% no sólo no tienen trabajo sino que están fuera del sistema educativo, advierte.
La OCDE recuerda que el mercado de trabajo 'es cada vez más selectivo y la falta de cualificaciones pertinentes se asocia a un mayor riesgo de paro', que 'las primeras experiencias en el mercado de trabajo condicionan con fuerza la continuación de la trayectoria profesional' y que en esa etapa 'un fracaso es difícil de recuperar'.
Por eso apuesta por actuar en cuatro líneas. La primera, intentar que los jóvenes dejen el sistema escolar con un diploma valorado; la segunda, que la transición al mundo del trabajo sea menos abrupta; la tercera, reforzar las 'obligaciones recíprocas' de los jóvenes, y la cuarta, eliminar las 'barreras existentes para la contratación' de esos jóvenes.
Entre las medidas propuestas, y además de la supresión del subsidio de paro indefinido, también figuran una reforma de la enseñanza en alternancia, entre los centros escolares y las prácticas profesionales, para atraer más alumnos a este sistema.
También apuesta por centrar las ayudas a la formación profesional en los jóvenes demandantes de empleo menos cualificados y por aplicar 'acciones coordinadas' en dirección de los alumnos, sus familias, los enseñantes y los trabajadores sociales para prevenir el fracaso escolar.
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