Un total de 9 trabajadores del Sindicato de Trabajadores de la Empresa Portuaria Quetzal (STEPQ) han vuelto a sus puestos de trabajo después de haber sido ilegalmente despedidos por la compañía "por sus actividades sindicales", gracias a la presión de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y la Federación Internacional de los Trabajadores (IFT).
Esta readmisión se produce después de cuatro meses de negociaciones entre ambas partes, empañadas por el asesinato del sindicalista Pedro Zamora Álvarez, cometido el pasado 15 de enero. Zamora había encabezado una campaña para detener los planes gubernamentales de reestructuración del puerto de Quetzal, proponiendo un programa de inversiones y modernización destinado a aumentar la eficiencia y promover el empleo en el puerto.
Por este motivo, una delegación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) visitó Guatemala -desde el 28 de enero al 2 de febrero- para entrevistarse con el presidente de este país, Oscar Berger aunque, finalmente, éste declinó la invitación. La delegación sí mantuvo conversaciones con sindicalistas, autoridades judiciales y gubernamentales, la dirección del puerto de Quetzal, diplomáticos, políticos y militantes de Derechos Humanos.
Por su parte, la ITF y la CSI exigieron a otros gobiernos de la zona así como a las instituciones financieras internacionales, que presionen a las autoridades guatemaltecas para garantizar el respeto de los derechos sindicales, y que se termine con la impunidad de que gozan los criminales en estos países.
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