La directora de regulación de British Petroleum (BP), Susan Moore, ha reconocido haber destruido documentos con información sensible relacionados con la actividad de la compañía y almacenados en un portátil, según el diario británico 'Financial Times' (FT).
Moore destruyó estos documentos después de que un grupo de abogados la emplazara a aportar información almacenada en su portátil. Al parecer, una fuente anónima había dicho a estos abogados que la directiva contaba con información útil acerca de la explosión de una refinería en verano de 2005 en Texas en la que murieron quince personas.
La citación de Moore se produjo en noviembre del año pasado, y en ella se la urgía a "no destruir o intentar destruir, borrar, eliminar o realizar cualquier otro tipo de alteración sobre ninguno de los datos electrónicos, archivos electrónicos, grabaciones, formularios u otro tipo de documento almacenado en el disco duro".
Al ser interrogada el mes pasado, Moore dijo que la compañía no le había enseñado el contenido de la citación hasta unos días antes de la comparecencia ante los letrados, por lo que había borrado correos electrónicos en los meses posteriores a la recepción de la misiva.
BP se enfrenta a dificultades en Estados Unidos, donde debe responder ante la Justicia no sólo por el caso de la explosión de Texas, sino por un vertido en Alaska y las acusaciones de haber alterado datos de mercado.
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