Renault España perdió 11,6 millones de euros, en 2006, frente a las ganancias en 2005 de 204 millones de euros, debido a los acuerdos sociales firmados con los sindicatos.
Estos acuerdos, según su presidente, José Antonio Fernández de Sevilla, garantizan el futuro para varios años de esta filial del fabricante automovilístico francés.
Los beneficios obtenidos en 2005 que se debieron, sobre todo, al dinero obtenido con la venta del inmueble de la sede corporativa en Madrid al grupo Metrovecesa.
Fernández de Sevilla señaló que en el último ejercicio se han imputado los 130 millones de euros que supone coste de este plan social en los próximos tres años en los capítulos de bajas incentivadas y del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) a 18 meses.
El presidente de Renault España indicó que el plan de bajas de las empresa que afecta a unos 1.300 trabajadores se complementa con otro plan de contratos de relevo, de modo que los excedentes, de edad elevada, serán sustituidos por trabajadores jóvenes.
La puesta en marcha de un plan de bajas incentivadas que, según Fernández de Sevilla, afecta a un millar de empleados incluidos en el excedente, ya se ha cumplido en un 95%, con lo que, al final el ERE afectará sólo a unos 300 trabajadores.
En este sentido Fernández de Sevilla abundó en la "excelentes condiciones" económicas con las que ha sido compensado este excedente laboral.
Asimismo, dentro de los acuerdos firmados con los sindicatos se han establecido criterios de movilidad flexible entre los trabajadores de las plantas de producción de Valladolid y de Palencia, distantes entre sí unos 40 kilómetros.
Fernández de Sevilla, aparte de alabar la importancia que tiene este acuerdo concreto en ahorro de costes, apuntó que "desde ahora se puede decir que Renault solo tiene una fábrica en Castilla y León".
Dentro de los acuerdos con los sindicatos también se ha establecido un convenio colectivo para los próximos tres años con garantía de mantenimiento del poder adquisitivo, a través de las cláusulas de revisión salarial, congelación de algunos complementos y paso de algunos conceptos fijos a retribución variable que también tendrán su impacto positivo en costes para la empresa.
Fernández de Sevilla concluyó que con este plan social "se ha dotado a la filial española de los instrumentos necesarios para que España siga siendo una de las cabeceras del Grupo Renault".
En este contexto anunció que la planta de Valladolid tendrá preferencia para la producción de un nuevo modelo del segmento Modus-Clio, cuando finalice al actual ciclo y ya estén en plena producción los nuevos modelos comprometidos, como el Modus2 y el concepto de versión alargada de este mismo modelo.
En un año 2006, que Fernández de Sevilla calificó de "transición y complicado", la cifra de negocio se elevó a 7.373 millones de euros, un 12% menos que en 2005, con un "cash-flow" (beneficios más amortizaciones) que ha caído hasta el 25,3%.
En el apartado productivo, Renault España se ha visto afectada por la caída de ventas del Modus, producido en Valladolid, y por el final del ciclo del actual Megane, en Palencia, una suma de factores que ha llevado el registro de fabricación en 2006 a 290.000 unidades "cuando estamos preparados para montar más de 500.000", dijo Fernández de Sevilla.
Para este año, la producción se mantendrá estable, se acaso con un leve ascenso de unas 7.000 unidades más, lo que propiciará que a lo largo del ejercicio se mantenga un solo turno de trabajo en Valladolid y dos en Palencia.
Fernández de Sevilla precisó que a partir de 2008, con la plena producción de los nuevos modelos y, sobre todo, la llegada de la nueva generación del Megane, se estará en condiciones de recuperar los tres turnos laborables, "aunque trabajar con dos también puede ser muy rentable".
La plantilla de Renault al cierre de 2006, quedó fijada en 11.999 trabajadores (12.556 en 2005 y 14.419 en 2004) y, sobre ella, el presidente subrayó que "tenemos en estos momentos los efectivos necesarios para la producción que tenemos".
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