La transformación de contratos temporales en indefinidos se ha convertido en la modalidad de empleo más estable del mercado de trabajo, trayectoria impulsada y consolidada en los últimos meses de 2006 por las medidas recogidas en la última reforma laboral consensuada entre el Gobierno y los interlocutores sociales.
Con independencia de estos cambios, en 2005, los traspasos resultaron los contratos que más duraron, según se desprende de uno de los estudios elaborado a partir de la última “Muestra Continua de Vidas Laborales”, coordinado por el experto en temas de empleo y catedrático de la Universidad de Alcalá de Henares, Luis Toharia.
La elaboración de la “Muestra” resulta vital para desarrollar múltiples investigaciones. En su confección han participado varios Departamentos de la Administración. Se trata de un trabajo presentado recientemente y realizado por segundo año consecutivo, que analiza las trayectorias laborales de más de un millón de personas anónimas que en algún momento de 2004 y 2005 estuvieron de alta en la Seguridad Social. Sus resultados se extrapolan al resto de los ocupados y abren numerosas posibilidades para el análisis de la realidad socioeconómica de España, situación aprovechada por el profesor Toharia para aportar nuevos datos sobre el mercado de trabajo.
Su estudio, centrado en la contratación laboral, desvela que a final de 2005 el 94% de las conversiones de temporales en fijos seguía en vigor. Es decir, a lo largo del año sólo había desaparecido el 6% de los traspasos suscritos. Sin embargo, únicamente el 76% de los contratos indefinidos ordinarios había sobrevivido; porcentaje que en los indefinidos de fomento del empleo (despido de 33 días) había bajado al 70%.
Menos de un mes
Otros datos, explicados por Toharia, recogían que casi el 7% de los indefinidos ordinarios duraron menos de un mes. En la misma situación se encontró el 8% de los contratos de fomento; mientras que esta corta vida exclusivamente afectó al 0,59% de las conversiones.
Entre los temporales, la rotación fue mucho mayor. El 50,5% de los contratos fijos discontinuos; el 46%, de los de obra o servicio determinado; y el 51%, de los eventuales por circunstancias de la producción no sobrepasaron los 30 días. Además, cuando terminó el año sólo el 23% de los fijos discontinuos y de los de obra o servicio; y el 18% de los eventuales se mantenía.
En cuanto a la duración media de los contratos ‘desaparecidos’ en 2005, las conversiones pervivieron 166 días; los indefinidos ordinarios, 101; y los indefinidos de fomento, 99. En el ámbito temporal, los que más se mantuvieron fueron los fijos discontinuos con 59 días, seguidos de los de obra o servicio, con 44 días y de los eventuales, con 41 día.
Toharia informó igualmente de que en 2005 se realizaron 1.014.425 contratos indefinidos ordinarios de acuerdo con la metodología seguida en su estudio, pero tan solo 547.449 quedaron registrados en el Servicio Público de Empleo (SPE). El catedrático explicó que la falta de inscripción obedeció a que hace dos años este tipo de trabajo carecía de subvenciones y, en consecuencia, los empleadores pasaban de emitir la comunicación oportuna.
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