La empresa de electrónica para televisores Omicron Circuits de Malars (Barcelona) ha conseguido un socio inversor para dar continuidad a la empresa, que se encuentra en un proceso concursal -antigua suspensión de pagos- desde finales de 2005.
Éste ha sido Cipsa, empresa del sector con sede en Rubí, que ha pagado una cantidad de dinero que no ha trascendido y que se hará cargo de 30 empleados 'en las mismas condiciones que tenían hasta ahora', según informó a Europa Press un portavoz de la plantilla.
Cipsa también se hará cargo de las deudas de Omicron y empezará a gestionar la fábrica de Malars desde mañana lunes 26 de febrero con unos 12 empleados (frente a los 60 que trabajaban hasta ahora). Antes de final de año, la cifra llegará a la treintena comprometida, aunque el ritmo de incorporación 'será más rápido o más lento dependiendo de las necesidades de producción.
Otros treinta trabajadores han visto extinguidos sus contratos en Omicron, todos de forma voluntaria, y 'más de la mitad' ya han encontrado empleo en otras empresas del sector del metal que tienen plantas en la zona.
Las indemnizaciones de despido son de 20 días por año trabajado, según ha fijado el juez que lleva el proceso concursal, aunque a la práctica llegan a los 26 días por año, ya que el despido incluye un aumento del salario de un 6,3% tras dos años de congelación y los pagos de los atrasos de 2006.
Durante todo el proceso concursal, Omicron no ha paralizado la producción, aunque en los últimos días el ritmo se redujo al mínimo por la incertidumbre del futuro de la empresa.
Omicron, filial de la también superviviente de un proceso concursal Diemen, ha acumulado una deuda de 1,2 millones de euros durante 2006, que se suman a la deuda acumulada antes de presentar el proceso concursal.
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