El Obispado de Cádiz y Ceuta recordó hoy a las autoridades que "tienen el deber de promover" una política laboral justa y "la obligación de implicarse a fondo" en defensa del empleo de los trabajadores de Delphi Puerto Real (Cádiz), el cual "por motivos inconfesables", la multinacional norteamericana "quiere anular".
En un comunicado remitido a Europa Press, la Comisión Diocesana de Justicia y Paz de Cádiz y Ceuta expresó su deseo de "sumar nuestra voz a la de toda la ciudadanía y organizaciones" manifestando su "más rotunda oposición" al cierre de la factoría de Delphi en Puerto Real.
A su juicio, este hecho constituye "un grave atentado contra los derechos sociales y constitucionales" que afectará a "cerca de 10.000 personas y a más de 4.000 familias gaditanas", además de suponer un "fuerte impacto económico y social", ya que la actual situación "de precariedad de empleo es muy grave".
Por su condición cristiana, y de acuerdo con el Evangelio y la Doctrina Social de la Iglesia, el Obispado consideró que el capital "está al servicio del trabajo y a la vez es un instrumento al servicio de la persona y nunca al contrario, ya que el trabajo tiene sentido en cuanto dignifica a la persona".
Así las cosas, reiteró su petición a las autoridades para que exijan a Delphi, "que ha recibido millones de euros en ayudas oficiales", el cumplimiento de la legalidad vigente en cuanto normativas laborales, ya que la "impunidad de estas actuaciones y la subordinación de los bienes sociales a los intereses económicos es un síntoma inequívoco de una sociedad en decadencia humana y social".
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