La Comisión de Trabajo y Asuntos Sociales del Congreso de los Diputados aprobó un informe de recomendaciones en el que aconseja al Gobierno propiciar las medidas necesarias para que no se trabaje los viernes por la tarde.
Éstas hacen especial hincapié en la necesidad de converger con el horario de nueve a cinco europeo y de promover una cultura laboral basada en los resultados, y no en la disponibilidad absoluta de los trabajadores.
La filosofía es la expresada ayer por el ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, en la presentación del balance del Plan Concilia: "Trabajar más horas no significa necesariamente trabajar mejor". Y la solución es la flexibilidad. Flexibilidad de los trabajadores para permitir a las empresas distribuir la jornada laboral a lo largo de todo el año y flexibilidad de las empresas para permitir que éstos tengan mayor libertad para disponer de su tiempo, sin sujetarse a la tiranía de los horarios.
Recomiendan regular el teletrabajo, racionalizar el horario de las reuniones, acabar con la cultura de la disponibilidad absoluta, así como adecuar los horarios laborales a los escolares. Además de poder librar los viernes por la tarde, también piden propiciar la jornada continua en los meses de verano.
El documento es ambicioso, ya que también pide a los ayuntamientos que modifiquen los horarios del transporte público y los comercios. Incluso solicita que las ciudades tengan una planificación urbanística que permita "facilitar la habitabilidad" e "integrar los lugares de ocio y trabajo", algo que choca con la realidad diaria de muchos trabajadores que se pasan horas metidos en atascos antes y después de su jornada de trabajo.
El estudio de la comisión recoge medidas que ya están incluidas en la ley de igualdad –a punto de aprobarse– encaminadas a promocionar profesionalmente a las mujeres. Respecto a los hombres, los diputados piden que el permiso de paternidad sea de carácter obligatorio.
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