Seat prepara la paralización del contrato de relevo, que establece la jubilación parcial de los trabajadores de 60 años y su sustitución por una persona joven, como primer paso para empezar a negociar un plan de bajas voluntarias en la compañía automovilística y aplicar un recorte de plantilla.
De esta forma, se pretende facilitar la salida de los más de mil trabajadores que en los próximos dos años cumplirán 60 años de edad y que podrían jubilarse parcialmente de acuerdo con el contrato de relevo, según han informado a Efe fuentes próximas a la filial de Volkswagen.
Los sindicatos UGT, CCOO y CGT ya dan por hecha esta medida, y en una nota interna difundida hace unos días por las dos últimas organizaciones éstas se mostraban en contra de la misma.
"Estamos en desacuerdo con que se paralice el contrato de relevo, ya que para nosotros es el mejor mecanismo para reingresar a todos los trabajadores del ERE y jubilar a los compañeros con 60 años", argumenta la sección sindical de CCOO en un comunicado interno al que ha tenido acceso Efe.
Después de que el pasado viernes el consejo de vigilancia aprobase la producción de nuevos modelos en la fábrica de Martorell (Barcelona), la dirección de Seat empezará a negociar en breve con los sindicatos un plan de bajas voluntarias, entre prejubilaciones, bajas incentivadas, excedencias y planes de renta, que podrían afectar a más de un millar de trabajadores.
Varias fuentes próximas a la compañía han señalado que la fabricación de los nuevos modelos -una berlina y sus variantes, el nuevo Ibiza y el Altea XL todoterreno- requiere de menos mano de obra debido a las mejoras tecnológicas y a la mayor robotización de los procesos, sobre todo en los talleres de chapistería y en algunas líneas de pintado final de los vehículos.
La filial de Volkswagen ha descartado a medio plazo la fabricación de un coche pequeño -como el modelo Arosa, que se dejó de producir en 2004- por tratarse de un vehículo con poco valor añadido y cuya producción es difícilmente rentable en una factoría como Martorell.
De la nueva berlina y sus variantes -modelos sustitutivos del actual Toledo, que ha fracasado comercialmente- se fabricarán unas 80.000 unidades al año, si el mercado acoge los lanzamientos como está previsto, mientras que del Altea XL todoterreno se prevén producciones próximas a los 8.000 vehículos al año, que se sumarán a las del nuevo Ibiza, el modelo de mayor éxito de la gama de Seat.
Del actual modelo Ibiza salieron de las cadenas de montaje de Martorell 183.848 unidades en 2006, un 12,5% más que en el ejercicio anterior.
Con estas nuevas asignaciones, que se añadirán a los exitosos Leon y Altea XL, que están en su fase inicial de comercialización, Seat espera aumentar su producción de las 408.000 unidades de 2006 a cifras próximas a las 500.000, superando el umbral de la rentabilidad y aproximándose a la capacidad máxima de la factoría.
La compañía presidida desde el pasado mes de octubre por Erich Schmitt se ha comprometido a invertir casi 5.000 millones de euros en los próximos diez años, frente a los 1.980 millones desembolsados por este concepto en el último lustro, con una media de 396 millones de euros anuales.
Schmitt fue claro en la reciente rueda de prensa de los resultados económicos correspondientes a 2006 en lo que se refiere a la plantilla: "A fin de recortar las distancias que nos separan de alcanzar nuestro objetivo, tendríamos que contemplar medidas adicionales que podrían afectar a nuestros empleados".
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