El presidente de la Central Sindical Nacional Canadian Labour Congress (CLC), Ken Georgetti alerta en una reciente entrevista concedida al Boletín de la Confederación Sindical Internacional (CSI) de que los salarios estancados constituyen actualmente el mayor problema en el país, a la vez que se está deteriorando la calidad de los puestos de trabajo.
En general, los salarios bajos son un problema en todo el mundo. De 2005 a 2006, la cantidad de trabajadores que ganaban sueldos escasos aumentó un 1,5%, estando alrededor del 12% los trabajadores que percibiendo sueldos situados en el umbral de pobreza o por debajo del mismo. Aunque Canadá tiene una economía que el sector empresarial considera "en auge", en estos años también se registró un aumento del empleo precario, según Georgetti.
De esta forma, las personas que ya forman parte de la fuerza laboral "ganan menos" y las que se incorporan al mercado "ocupan empleos precarios y mal remunerados". "Hay muchos empleos a tiempo parcial, temporeros o muy mal remunerados en comparación con generaciones anteriores", señala el sindicalista.
Entre las reclamaciones de la CLC se encuentra un salario federal mínimo de 6,5 euros por hora en los sectores económicos reglamentados por el gobierno federal, como por ejemplo, banca, telecomunicaciones, aerolíneas, etc, y puesto que actualmente no hay un salario mínimo estipulado federalmente y los índices salariales se estipulan en cada provincia.
"Ninguna provincia tiene este salario mínimo por hora, que es lo mínimo que necesita una persona sola, que trabaje a tiempo completo durante todo el año, para no caer en la pobreza según se define en las estadísticas oficiales", explica Georgetti.
Respecto a la 'brecha' entre los géneros en Canadá, Georgetti señala que aunque ha habido avances "los salarios de las mujeres están prácticamente estancados en el 83% del salario global de los hombres" y "ni el Gobierno federal ni los provinciales hacen nada al respecto".
Asimismo, los jóvenes "ganan menos que la generación anterior", comienzan en trabajos precarios que no son a tiempo completo y que no les resultan gratificantes. Con los bajos salarios les lleva mucho tiempo poder llegar a comprarse una casa y "no se afilia a los sindicatos la misma cantidad de jóvenes que de trabajadores de más edad".
"Es muy difícil llegar a sindicalizar al personal de los lugares de trabajo pequeños donde trabajan los jóvenes, por lo que les resulta difícil conseguir mejoras salariales", explica Georgetti.
También tienden a sentir que el movimiento sindical es "para sus padres, no para ellos", agrega, y no son conscientes de que las personas que están sindicalizadas "tienen una enorme ventaja en todo Canadá".
Los afiliados sindicales ganan como promedio alrededor de 5 dólares más por hora que quienes no están afiliados y el 85% de los trabajadores sindicalizados tienen planes de prestaciones de salud y jubilación, mientras que entre las personas no sindicalizadas, solamente alrededor del 45% lo tiene.
Según sus datos, la tercera parte de los trabajadores no sindicalizados se afiliaría a algún sindicato si pudiera hacerlo "y si no temieran las represalias de sus empleadores". En Canadá "se tiene verdadero miedo de perder el empleo si uno se afilia", recalca. "Un ejemplo claro es que sindicalizamos al personal de tres pequeños establecimientos de Wal Mart y cuando comenzamos a negociar, la empresa directamente los cerró", apunta.
CAMPAÑA DE TRANSPARENCIA
En Estados Unidos, la CLC cuenta con una campaña apoyada por el movimiento sindical del país para cambiar la ley sobre empresas a fin de que los accionistas puedan designar directores para las juntas de administración y hacer que esas juntas estén obligadas a efectuar una mayor rendición de cuentas sobre la manera en que remuneran a sus ejecutivos, pagan dividendos a los accionistas y tratan el Medio Ambiente o a sus empleados.
"Necesitamos tener un enfoque más militante no solamente con respecto a los beneficios sino a la manera en que se administra el dinero", defiende Georgetti. Para ello, lo principal es decidir qué campañas y acciones realizar y determinar el rumbo a seguir a largo plazo.
"En Canadá, una medida eficaz consistiría en hacer que una cuestión como el lugar de trabajo pasara a ser determinante en las votaciones de una elección", afirma. A su juicio, la sindicalización y la negociación colectiva "son fundamentales". "Recordemos que tenemos la mayor red democrática del mundo, que tiene alcance, profundidad y amplitud, y tenemos que sacar mucho mayor provecho de esa capacidad", concluye Georgetti.
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