El secretario general de Industria, Joan Trullén, destacó ayer el "crecimiento económico relevante" del sector de la automoción en España pese a "problemas concretos en algunas ciudades y plantas".
En un encuentro con periodistas, Trullén afirmó que hay que diferenciar los casos concretos de algunas plantas, como la de Delphi en Puerto Real (Cádiz), con la tendencia general del sector, que está en crecimiento.
El secretario general de Industria aclaró que para medir el sector de la automoción se debe tener en cuenta no sólo el número de matriculaciones, sino también el valor de la producción.
A este respecto, señaló que las exportaciones del sector de la automoción subieron en 2006, en términos de valor, un 6,4%.
Indicó también que muchos fabricantes mundiales tienen plantas en España y que hay muchas empresas españolas de componentes de automoción con un nivel tecnológico muy alto y con presencia en el mercado mundial.
Trullén se refirió a las deslocalizaciones (traslado de plantas industriales a otros países con menores costes laborales) en concreto al anuncio de cierre de Delphi, y señaló que a su Ministerio le preocupa este proceso y que las empresas españolas deben internacionalizarse con la mayor rapidez posible.
"La presencia de empresas españolas en los nuevos mercados se debe cada vez más a la conquista de estos mercados que a la competencia en salarios", indicó.
Asimismo, afirmo que la solución no es sustituir actividad industrial por sector terciario, y abogó por tener "agricultura avanzada, industria avanzada y servicios avanzados".
Trullén también abordó el papel de la actividad industrial dentro de la economía española y señaló que se trata de uno de los pilares del crecimiento económico registrado en 2006 (3,9%).
Destacó el crecimiento del valor de las exportaciones, que en 2006 fue del 10,4% (frente a la subida del 5,9% de 2005), favorecido por la recuperación de la demanda dentro de Europa, que sigue siendo el destino principal de las exportaciones españolas.
El crecimiento de las exportaciones y de la productividad (+3,3% en tasa anual en 2006), sin embargo, no fue acompañado en la misma medida por un crecimiento del empleo industrial, incremento que Trullén calificó de "modesto".
El empleo industrial aumentó en España en 2006 un 0,5%, por debajo de la subida agregada del empleo (3%).
Trullén afirmó que estas cifras "reafirman la tesis de que la industria tiene futuro", aunque aclaró que esta industria debe estar basada en el conocimiento y alejada de la competitividad en precios.
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