La 'multinacional del idioma' que es nuestra lengua aportó a la economía española en la última década un billón de euros, según Juan Carlos Jiménez, codirector del estudio 'El valor económico del español. Una empresa multinacional'.
Este estudio, patrocinado por la Fundación Telefónica, y a cuya cabeza está el catedrático de Economía Aplicada de la Universidad Complutense, José Luis García Delgado, pretende crear un modelo que permita cuantificar la trascendencia económica de hablar una lengua que comparten 440 millones de personas.
La del billón de euros es una cifra estimativa, y arrancada a duras penas. Porque tanto Jiménez como García Delgado prefieren poner el acento sobre la construcción del modelo, más que anticipar cifras, pues está aún en construcción y no se terminará hasta mediados de 2008.
'Buscar un número mágico simplemente para que circule es engañarnos, pero quizá la cifra de un billón se puede dar, explicando los supuestos', dice Jiménez.
Se trata de medir los flujos económicos que el idioma común estimula. Y es que la lengua acorta la distancia psicológica de venir a Europa para un ecuatoriano o un colombiano. Ella propicia esos flujos migratorios, como los flujos de capital español hacia América 'y que allí se han quedado pese a los augurios de que se irían enseguida', dice García Delgado. 'En Europa, somos el país que más comercia con Iberoamérica. Y el primero de sus mercados. Algo tendrá que ver la lengua'.
LA LENGUA 'TUMBA' MAS ADUANAS QUE LA INTEGRACION REGIONAL
Uno de los estudios más avanzados es precisamente el del peso del español en los movimientos migratorios y en el comercio internacional. En él parten de la constatación de que 'la lengua se revela como un factor más importante que la propia integración regional.
Cuando hemos tratado qué importancia tiene la lengua o el pertenecer a la Unión Europea o al Mercosur, el ASEAN o el NAFTA, nos sale que la lengua es más importante, que 'tumba' más las aduanas que los proyectos de integración', según el director del proyecto.
¿Cómo se calcula, argumenta García Delgado, cuánto se ahorra España porque dos millones y medio de sus inmigrantes sean latinoamericanos y compartan el idioma? ¿Cómo se calcula lo que la Seguridad Social se ahorra atendiendo a pacientes que hablan tu lengua, ahorro eventualmente de intérpretes y de tiempo en cualquier caso? No es lo mismo entender al paciente que no.
El razonamiento -y la dificultad de calcularlo- sirve también al contrario. 'Colombia tiene dos millones de emigrantes, de los que un número muy importante ha venido a España. ¿Cuántos de ellos no habrían ni siquiera emigrado sin la facilidad de un idioma común?, dice García Delgado.
'O sea, que para Colombia, disponer de una lengua común supone más ocasiones de encontrar sus ciudadanos empleo y medios de vida alternativos, que a su vez se convierten en un suculento aporte de divisas para el país'.
Hacer esos cálculos es muy difícil y por eso se resisten a dar aún cifras. El estudio tiene como único precedente el que llevó a cabo Angel Martín Municio hace más de un quinquenio. Era único en el mundo.
Aquel estudio llegó a la conclusión de que la aportación de la 'industria de la lengua' al PIB en España era de un 15%. Fue el pionero. Pero el ahora emprendido va más allá. No se trata de cuantificar la importancia de la industria de la lengua en un país, sino el efecto dinamizador que sobre la economía tiene el disponer de una lengua que comparten 440 millones de personas.
El trabajo de Municio, aplicado a cualquier país de unas condiciones socio-económicas semejantes a las de España da una cifra parecida, en torno al 15% del PIB. 'Su aplicación a Polonia nos da un 14,5% del PIB ¡Y el polaco no es el español!', protesta García Delgado.
'Ese dato deja fuera aspectos sustanciales del valor del español, sobre todo en lo que tiene de idioma internacional.' Porque el español tiene, junto al inglés y muy pocas lenguas más, la condición de condominio lingüístico multinacional.
Eso facilita la internacionalización de las empresas, la integración de los emigrantes que llegan de América, un cúmulo de relaciones comerciales, tecnológicas y financieras que sin una lengua común no se darían. 'En Estados Unidos el español ha empezado a ser lengua de trabajo, ser bilingüe se cotiza. Eso no lo pueden captar metodologías como las de Municio', añade García Delgado.
'Hasta mediados del año que viene no vamos a tener resultados agregados. Es muy complejo. Pero una vez que tengamos el molde para España, queremos hacer una extrapolación al conjunto de los pueblos que tienen como lengua común el español'.
El proyecto ha suscitado gran interés en América. 'Nosotros lo que hemos hecho es levantar la liebre', dice García Delgado. Nos invitan a Estados Unidos, a México, a Río de Janeiro…
Me llamó el ex presidente Belisario Betancur porque quieren firmar un convenio para replicar en Colombia nuestro trabajo.
La próxima ocasión para presentar resultados del estudio será en España, en Alcalá de Henares, el 17 de abril, una semana antes de la entrega de los premios Cervantes.
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