El grupo General Motors, primer fabricante mundial de automóviles, ha ejecutado en un 97% el programa de ajuste anunciado en 2004 que contemplaba la reducción de su plantilla en Europa en 12.000 efectivos, ya que hasta el pasado 31 de diciembre la empresa ha contabilizado 11.600 bajas, según datos de la empresa a los que tuvo acceso Europa Press.
La filial europea de General Motors contabilizó el pasado año unos costes de reestructuración por un importe de 437 millones de dólares (331 millones de euros), correspondientes al plan anunciado en 2004, al cierre de la planta portuguesa de Azambuja, a la supresión de un turno en la fábrica de Ellesmere Port (Reino Unido) y a los nuevos programas de bajas en Bélgica, Reino Unido, Suecia y Alemania.
Los costes derivados del plan de reestructuración presentado en 2004 se elevaron en 2006 a 184 millones de dólares (140 millones de euros). La empresa destacó que, con las medidas incluidas en este plan, consiguió el objetivo de reducir sus costes estructurales en 600 millones de dólares (454,5 millones de euros) el pasado año.
CIERRE DE AZAMBUJA
Por su parte, el cierre de la planta portuguesa de Azambuja, que supuso la supresión de 1.100 empleos y el traslado de la producción del modelo Combo a Figueruelas (Zaragoza), supuso para la corporación un coste de 79 millones de dólares (60 millones de euros) en 2006.
Además, la multinacional contabilizó costes de 134 millones de dólares (101,5 millones de euros) por la supresión de un turno en la planta británica de Ellesmere Port, que supuso además la pérdida de 1.200 empleos.
PLANES DE BAJAS
Los programas de bajas en Bélgica, Reino Unido y Alemania, que contemplan la reducción de la plantilla en 280 empleados (principalmente en Suecia) detrajeron 32 millones de dólares (24,2 millones de euros) a los resultados de General Motors Europe.
Por último, la empresa contabilizó unos costes de 8 millones de dólares en 2006 (6 millones de euros) correspondientes al programa de bajas incentivadas en Alemania, que se dirige a 2.600 empleados y se aplicará hasta 2013.
La filial europea de General Motors logró en 2006 sus primeras ganancias desde 1999, al cerrar el pasado ejercicio con un beneficio de 227 millones de dólares (172 millones de euros), gracias a las medidas aplicadas para reducir costes, en tanto que sus ventas superaron los dos millones de unidades.
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