El grupo sueco IKEA firmó ayer un contrato de inversión de 135 millones de euros para levantar una factoría de muebles en la localidad portuguesa de Pacos de Ferreira que dedicará a la exportación el 90 por ciento de su producción.
La fábrica, a 25 kilómetros de Oporto, la segunda ciudad de Portugal y capital de su industriosa región septentrional, facturará en el año 2013 unos 160 millones de euros, según las previsiones de la compañía.
El ministro luso de Economia, Manuel Pinho, que presidió el acto, puso de relieve la importancia del proyecto para un sector que da empleo a más de 60.000 trabajadores en Portugal y que tradicionalmente se orientó al mercado interno pero ahora está volcado a la exportación.
El contrato de inversión de IKEA fue firmado por el alcalde de Pacos de Ferreira, Pedro Pinto, y el director general de la filial de la empresa sueca Swedwood Portugal, Lennart Westrin.
El proyecto de la firma escandinava, que posee una tienda de venta de muebles en la periferia de Lisboa, incluye la construcción de tres unidades fabriles que generarán 700 puestos de trabajo directos y casi 1.000 indirectos.
Las instalaciones se levantarán en la parroquia de Seroa, cerca de la autopista de Oporto, y producirán mobiliario de hogar, cocina, armarios y diversos módulos y piezas en maderas macizas y aglomerados.
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