Unos 9.000 agentes de la Policía Federal de Brasil secundaron ayer una huelga de 24 horas en demanda de mejoras salariales, aunque decidieron mitigar los efectos que el paro tendría para el público, principalmente en los aeropuertos.
En lugar de la rigurosa revisión de pasaportes y maletas en los aeropuertos con la que habían amenazado, lo que agravaría aún más la crisis aérea que vive el país desde hace semanas, los agentes federales redujeron su presencia en los terminales aéreos sin causar trastornos, según fuentes sindicales.
Pese a la huelga y a algunas colas, los trámites aduaneros y burocráticos funcionaron casi normalmente en todos los aeropuertos y puertos de Brasil, así como en los puestos fronterizos.
"La decisión fue tomada por respeto a la población, que ya ha sufrido mucho con la crisis aérea", dijo el presidente de la Asociación de Funcionarios de la Policía Federal en el estado de Sao Paulo, Franciso Carlos Sabino.
Son recurrentes las cancelaciones y atrasos de vuelos que causan problemas a los brasileños desde octubre pasado.
Sin embargo, la mayoría de los agentes suspendió a partir de las 08.00 hora local (11.00 GMT) actividades como investigaciones, interrogatorios e, incluso, emisión de pasaportes, según la Federación Nacional de Policías Federales.
De acuerdo con esa Federación, unos 9.000 agentes se adhirieron a la huelga, que no fue secundada únicamente por los policías federales de Alagoas, uno de los más pequeños de los 27 estados brasileños.
Los agentes de la Policía Federal, responsables de la lucha contra delitos como contrabando y narcotráfico y de los controles en los puestos fronterizos y portuarios, exigen que el Gobierno cumpla un acuerdo que firmó en 2006 por el que se comprometió a elevar sus salarios un 30 por ciento.
El Gobierno alegó que no pudo conceder el aumento salarial acordado debido a que, por necesidades fiscales, tuvo que recortar el presupuesto destinado al Ministerio de Justicia tanto el año pasado como el actual.
La Federación Nacional de Policías Federales (Fenapef) convocó a la huelga pero decidió que todas las divisiones mantengan en funciones a los agentes necesarios para servicios esenciales, como la atención a llamadas de urgencia, custodia de presos, vigilancia de entidades y personalidades públicas y mantenimiento de equipos.
Los servicios que fueron paralizados casi por completo son los de emisión de pasaportes, investigaciones, cumplimiento de órdenes de arresto, la entrega de certificados para empresas de vigilancia privada y la realización de pericias criminales.
Además de los agentes de la Policía Federal, los funcionarios del Banco Central, principalmente en Brasilia, iniciaron también una huelga de 24 horas para reivindicar mejoras salariales.
Los empleados del organismo emisor, con salarios en promedio de 7.000 reales (unos 2.530 euros), quieren un incremento de cerca del 50 por ciento para equiparar sus salarios a los de los auditores del Fisco.
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