La plantilla de Almussafes acepta pasar cuatro jornadas de un año para otro. La planta podría producir un 4×4 basado en el Focus.
El modelo se introducirá en el acuerdo a siete años que la dirección firmará a lo largo de este ejercicio con los representantes sindicales, según el borrador al que ha tenido acceso este diario y confirmó el secretario general de UGT en la factoría, Gonzalo Pino.
La planta de Ford en Almussafes (Valencia) es la primera de Europa en aplicar los denominados 'días de jornada industrial' para incrementar la flexibilidad de su plantilla.
No obstante la fórmula ya ha empezado a aplicarse. En síntesis, cada año se reservan cuatro días de jornada industrial. La empresa puede utilizarlos como día de trabajo o no.
Los que al final del ejercicio no se han trabajado, se convierten en días de vacaciones para la plantilla, pero a cambio la dirección se reserva la posibilidad de utilizarlos al siguiente año. Incluso existe la opción inversa, es decir, trabajar en un ejercicio alguno o todos los días del siguiente.
A finales de 2006, según Pino, la empresa programó dos días de trabajo de este tipo a cuenta de los de 2007.
Esas jornadas los empleados cobran el equivalente a un día de vacaciones más un plus que no llega a ser el de una hora extraordinaria. En Almussafes, «estos cuatro días se sitúan siempre en diciembre», añade Pino.
El objetivo es que la empresa pueda hacer frente a los momentos punta de producción y a los valles sin los inconvenientes de la bolsa de horas o de los expedientes de regulación de empleo. Ford y la plantilla están abiertos a revisar la cifra actual de cuatro días.
A la planta valenciana ha llegado el debate abierto en el sector del metal en Alemania, en torno a las subidas salariales del convenio y a la revisión de la jornada laboral semanal.
Pino recuerda que en aquel país se está planteando un aumento de retribuciones del 6,5%, lejano del acuerdo de Ford de hace un año, basado en un incremento alrededor del 2%.
En cuanto a la jornada laboral, «nuestro planteamiento sigue siendo mantenerla sin cambios», indicó Pino.
«Ford puede pedir lo que quiera, pero ésta es la planta más flexible del grupo en Europa: no iremos a más flexibilidad mientras no se proponga dentro de un acuerdo de futuro con inversiones claras», añadió.
Respecto a la productividad de la planta, considera hay una posibilidad de mejora si se ofreciera a los suministradores la posibilidad de utilizar la vía marítima.
Nuevos modelos
Respecto a la confirmación de nueva carga de trabajo para la planta valenciana, el próximo mes de junio debería quedar completamente definida la política de modelos para Ford Europa.
Para entonces, el Gobierno rumano debería haber decidido ya a quien vende la antigua fábrica de Olcit que posteriormente fue de Daewoo.
Hay cuatro aspirantes a quedarse con ella -General Motors, Ford, la india Tata y la china Chery- pero las autoridades de Bucarest se muestran inclinadas a venderla a una de las dos marcas norteamericanas.
El que Ford pudiera llegar a contar con la fábrica rumana puede tener una gran importancia dado que uno de los coches previsto para ella sería el Fiesta, que produce y debe seguir produciendo Almussafes.
Sería una tercera instalación productiva a repartirse la fabricación de este modelo, aunque parece que la que podría perder unidades en detrimento de Rumanía sería Colonia.
Lo que parece claro es que el sucesor del Focus seguirá siendo valenciano pero que antes, la factoría podría adjudicarse -es una de las decisiones que deben tomarse esta primavera- la producción de un todocamino 4×4, que utilizará la plataforma actual de este modelo y que aparecería a finales de 2008.
La planta alemana de Saarlouis compartiría la producción del Focus con la española. De ella seguirá saliendo también el monovolumen C-Max, del que ahora se introduce una versión actualizada y que será renovado en 2009.
De C-Max, Saarlouis fabrica unas 130.000 unidades al año mientras que del 4×4 se harían unas 50.000.
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