Ocupar el sillón de la Presidencia de Extremadura tiene jugosa recompensa. Las dos formaciones políticas mayoritarias en esta comunidad, PSOE y PP, aprobaron en la mañana de ayer una proposición no de ley por la que los ex presidentes obtendrán una ‘jubilación de oro’ con el 80% de su sueldo durante la mitad del tiempo en el que hayan ejercido su mandato, coche, chofer y dietas vitalicias, entre otros privilegios.
La propuesta, denunciada hace tan sólo dos días por IU-Socialistas Independientes, se ha materializado sin debate y con muchas prisas. El inminente beneficiado es, por supuesto, Juan Carlos Rodríguez Ibarra que después de regir los destinos de esta autonomía durante los últimos 24 años se retira, según ha argumentado el susodicho, por motivos de salud.
El Estatuto del Presidente, como han denominado a la citada proposición no de ley, ha supuesto todo un escándalo. La formación IU-Socialistas Independientes puso el grito en el cielo, tal y como recogía el miércoles el diario Extremadura al día. Para empezar, porque será llamado ‘presidente’ de por vida. Una ‘dignidad vitalicia’ de la que hasta ahora sólo disfrutaba la Monarquía. Además, percibirá el 80% de su sueldo durante la mitad de tiempo que haya estado al frente de la Junta extremeña, de lo que se deduce que en el caso de Ibarra serán doce años a 6.000 euros mensuales.
Cuando finalice este periodo, percibirá el 60% de la nómina presidencial. Y, por supuesto, tendrá a su disposición coche y chófer, oficinas y como mínimo tres trabajadores eventuales. Para su vida ‘laboral’ se establecerán dietas por kilometraje, por asistencia y por acudir a distintos actos, así como derecho a la seguridad, pensión de viudedad y un seguro de vida. Todo a costa del erario de la Junta de Extremadura y, por tanto, de los extremeños que gozan de la renta per cápita más baja de toda España.
El profesor Rodríguez Ibarra
La proposición no de ley del Estatuto del Presidente se tramitó en la mañana de ayer a través de lectura única y sin posibilidad de enmiendas. Para capear el temporal, el vicepresidente primero de la Asamblea, el socialista Alejo Salas, anunció que Ibarra se incorporará a la Universidad de Extremadura el próximo 1 de julio y, por ello, no recibiría la ‘jubilación de oro’ recién aprobada. Es decir, que “el sueldo que le corresponda a Ibarra será el de allí (Universidad), sólo el de allí, y todo lo demás son mentiras”.
Se cumpla o no la puntualización de Salas, la recompensa por haber sido presidente de Extremadura supera con creces las compensaciones hasta ahora conocidas. Los estatutos más austeros son los de La Rioja y Castilla y León en las que la remuneración se establece por cada 45 días trabajados como cualquier empleado. Otros, como en Andalucía, tienen una jubilación a partir de los 65 años del 60% de los percibían como presidentes. La ‘profesión’ política empieza a tener cada vez más atractivo.
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