La nueva normativa sobre disciplina laboral y horarios de trabajo comenzó a aplicarse oficialmente ayer en Cuba, tras una intensa campaña previa a la aplicación de la primera política adoptada por el presidente provisional, Raúl Castro.
Las resoluciones 187 y 188, que regulan horarios y régimen sancionador, han sido objeto de análisis y preparación desde que fueron aprobadas durante el Congreso de la Central Nacional de Trabajadores (CTC), único sindicato permitido la isla, en septiembre pasado.
Sus objetivos son, según medios oficiales cubanos, contribuir 'el rescate del orden y la disciplina', lograr un mayor aprovechamiento de la jornada y el incremento de la productividad en cada entidad, y constituyen un marco normativo de referencia en la elaboración de las normas internas de cada centro laboral.
Entre las medidas figura la ampliación del horario laboral, que en la mayoría de los centros será de ocho horas diarias y 44 semanales, y la obligación de los trabajadores de estar en su puesto antes de la apertura y hasta después del cierre del establecimiento en que operen.
Además, otorga facultades a las direcciones administrativas de las entidades para establecer horarios, mantiene regulaciones sobre el trabajo durante los fines de semana y deroga tres leyes de aplicación sectorial.
En el terreno disciplinario, las administraciones de las empresas impondrán sanciones que pueden llegar a la separación definitiva del puesto de trabajo y tendrán efectividad al día siguiente a su notificación 'con independencia de que se muestre inconformidad con ellas' y de los posibles recursos.
Dueños de la riqueza del país
Allí, recordó que los empleados deberán hacer 'una importante contribución al esfuerzo por aprovechar al máximo (…) las perspectivas que poco a poco se van abriendo al desarrollo económico y social del país' y les recordó que no se puede 'exonerar de su gran responsabilidad a los únicos dueños de la riqueza del país (los sindicalistas y el resto del pueblo)'.
Desde entonces, las autoridades han tratado de generar las condiciones necesarias para aplicar la nueva legislación y responder a problemas como el transporte, el déficit de círculos infantiles y el régimen de horarios de los organismos públicos, para evitar el absentismo laboral.
Las dificultades que implica la solución a estos problemas, llevó al Gobierno cubano a retrasar a abril el inicio de aplicación de una normativa, cuya entrada en vigor estaba prevista para enero.
El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Alfredo Morales, reconoció la semana pasada que algunos de esos problemas 'demorarán' en tener solución y advirtió de que, por tanto, 'no deberán determinar la aplicación de estas resoluciones'.
Morales adelantó que ya se ha concluido el proceso preparatorio en la mayoría de los centros del país y que 'en muchos casos no fue necesario esperar al 1 de abril y ya se encuentran funcionando'.
Incumplimiento de la legislación
Inspecciones realizadas en los cuatro primeros meses de 2006 revelaron que el 59 por ciento de las 3.052 entidades revisadas no aprobaron el examen en cuanto a cumplimiento de la legislación.
La situación se repitió en las revisiones realizadas entre mayo y junio del año pasado, cuando sólo 904 de 2.027 entidades inspeccionadas cumplía con la normativa.
En la mayoría de las empresas visitadas 'hay problemas evidentes que salen a la luz con facilidad', apuntó el diario oficial 'Granma' en noviembre pasado.
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