El presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz, dijo que protegería la confidencialidad del historial de los empleados, mientras el directorio de la institución investiga el ascenso de una funcionaria del organismo con la que está involucrado sentimentalmente.
Wolfowitz dijo al personal del banco en un correo electrónico enviado el lunes que se aseguraría que el directorio tenga acceso a los hechos del caso "de una forma que también respete las reglas de la institución en lo referente al derecho de cada miembro a la confidencialidad de su historial".
El directorio, constituido por representantes de los 185 países miembros del banco, solicitó el viernes que se investigue si el ascenso de la empleada Shaha Riza había violado las reglas de la institución.
La asociación de personal del banco criticó la semana pasada el ascenso otorgado a Riza. Cuando se hizo pública su relación con Wolfowitz, en septiembre de 2005 la funcionaria había recibido una tarea externa al banco para trabajar en el Departamento de Estado de Estados Unidos.
Ambos son divorciados. Riza trabajó en el banco durante 8 años y fue una importante consejera de comunicaciones en el departamento de Oriente Próximo cuando fue transferida al Departamento de Estado, aunque se mantuvo en la nómina del banco.
Wolfowitz asumió su cargo a mediados de 2005 tras ejercer como subsecretario de Defensa estadounidense, donde fue el arquitecto de la guerra de Irak.
La asociación de personal del banco dijo que antes de la asignación de Riza al Departamento de Estado, fue ascendida a una posición importante a la que normalmente se accede por "competencia, análisis de antecedentes y una aprobación por parte de un sector importante del directorio".
También dijo que recibió un aumento salarial que duplicó el montante permitido por las reglas de personal.
Wolfowitz dijo en una carta, en la que se comprometió a cooperar con la investigación, que buscó asesoramiento del directorio respecto a Riza antes de asumir el cargo en el banco.
El comité de ética de la junta le dijo que la presencia de Riza presentaba un conflicto de intereses y que debía ser transferida a un destino fuera del banco.
"Posteriormente actué según el consejo del comité de ética para cerrar un acuerdo que equilibrara el interés de la institución y los derechos del miembro del personal en el marco de una situación excepcional y sin precedentes", dijo Wolfowitz.
El responsable dijo que acepta "toda la responsabilidad por las acciones tomadas en este caso" y dijo que siempre actuó para defender las reglas del banco sobre los derechos de los empleados.
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