La cadena de restaurantes de comida rápida McDonald's anunció hoy que pagará un centavo de dólar -0.074 céntimos de euros- más por libra -0,45 kilogramos- de tomates cultivados en Florida con el fin de elevar los salarios y ayudas para las trabajadores emigrantes que los cosechan, como respuesta a una campaña que dura ya dos años por parte de una Coalición de defensa de los derechos de estos trabajadores que hizo un llamamiento para que la multinacional aumentara el precio que se paga a los agricultores por su materia prima.
Según los términos del acuerdo, esta coalición verificará que los agricultores que vendan los tomates a McDonald's reciban este aumento. Por su parte, la cadena de supermercados con sede en Illinois (Estados Unidos) también pedirá a sus proveedores seguir un Código de Conducta en el lugar de trabajo que los trabajadores ayudarían a crear y que servirá para mejorar sus condiciones laborales.
El acuerdo se refiere al pago de los tomates que acompañan las ensaladas y las hamburguesas de McDonald's, según confirmó un portavoz de la firma, Guillermo Whitman, desde Estados Unidos, que aclaró que este aumento no repercutirá en el precio que los clientes paguen por sus ensaladas y bocadillos en los restaurantes de la cadena.
El anuncio de acuerdo fue realizado por la Coalición de Trabajadores de Immokalee en Atlanta, donde se negoció y concretó esta nueva iniciativa. La Coalición consideró en 2005 lanzar una campaña de protesta contra McDonald's a través de un autobús que recorriera distintos estados del país para protestar delante de los centros de la cadena antes de que se alcanzara este acuerdo.
Esta Coalición ya había ganado previamente concesiones similares a la compañía Taco Bell, después de un boicoteo de cuatro años contra esta cadena de restaurantes, por lo que este nuevo acuerdo es para ellos "un paso adelante en esta lucha", según el agricultor y co-fundador de la Coalición, Lucas Benitez, porque "envía un potente mensaje al resto de la industria de la alimentación y del 'fast food', especialmente, al ver que los líderes del sector "están tomando medidas concretas para mejorar la vida de sus trabajadores".
Los cosechadores y recolectores de Florida producen cerca del 90% de los tomates que McDonald's utiliza para sus hamburguesas, –cerca de 15 millones de tomates que son comprados por la cadena anualmente– y por los que pagan a los trabajadores de las granjas unos 40 centavos de dólar –0,029 céntimos de euro– por cada caja de 32 libras (14,5 kilos). La nueva tarifa casi doblaría este pago hasta los cerca de 72 centavos de dólar –0,053 céntimos de euros– por canasta.
La Coalición también comenzó recientemente una campaña similar contra Burger King en Miami, que ya ha manifestado que no puede controlar lo que pagan sus proveedores a sus trabajadores. "Lo que nosotros aportamos representa un porcentaje tan pequeño que no podemos hacer nada", señala Burger King, mientras que McDonald's reconoce la necesidad de que la industria siga este tipo de ejemplos.
En este sentido, Whitman anima a otros a que ahora sigan la estela iniciada por McDonald's y Taco Bell para alcanzar este cambio tan necesario en la industria del tomate de Florida, pese a que reconoció que también McDonald's había rechazado previamente las peticiones de esta Coalición y que compraba sus tomates a través de terceros sin poder realizar un seguimiento de la procedencia del producto.
En esta línea, la cadena patrocinó un estudio -desacreditado más tarde- que sugería que, pese a todo, pagaban a los agricultores más de dos veces el salario mínimo en Estados Unidos y lanzó un campaña para que los agricultores de Florida desarrollaran un Código para mejorar las condiciones laborales en sus lugares de trabajo. Pero no incluyeron en el desarrollo de ese Programa un alza en sus salarios.
Whitman aseguró además que durante estos años la compañía ha tratado de facilitar el diálogo entre todas las partes y los proveedores de las compañías que trabajan con McDonald's.
Por su parte, desde la Coalición recuerdan que los recolectores más rápidos puede ganar más de 75 dólares –casi 56 euros– por un día de trabajo, pero no siempre es así, ya que las cifras son difíciles de calcular debido a que no se contabilizan los días que no pueden acudir a sus trabajos por no conseguir las licencias requeridas o por estar enfermos, ni las horas extras, que no se les abonan.
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