El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva es contrario a la posibilidad de que el Congreso reajuste su salario en un 82,8 por ciento para equipararlo con el de los parlamentarios, informó su portavoz.
"El reajuste no es una prioridad del presidente Lula y no es un asunto importante en la pauta del gobierno", afirmó el portavoz del palacio presidencial de Planalto, Marcelo Baumbach, en una rueda de prensa.
"El presidente considera que el asunto sobre el aumento de su salario es de responsabilidad del Congreso. En el caso de un eventual aumento de su salario, el presidente considera que lo correcto es que apenas se corrija por la inflación", agregó.
El salario del presidente de la República aumentaría en apenas un 26,49 por ciento en caso de que sea corregido por la inflación acumulada desde febrero de 2003, cuando fue reajustado por última vez.
La Mesa Directiva de la Cámara de Diputados anunció la víspera que presentará una propuesta para que el salario del jefe de Estado sea elevado de los actuales 8.845,48 reales (unos 4.346,7 dólares) hasta los 16.250 reales (unos 7.974 dólares).
Con dicho aumento del 82,8 por ciento, los legisladores esperan igualar el salario del jefe de Estado con el que recibirán los propios parlamentarios cuando entre en vigencia el incremento que pretenden concederse.
Según el presidente de la Cámara de Diputados y correligionario de Lula en el socialista Partido de los Trabajadores (PT), Arlindo Chinaglia, es "razonable" que el presidente de la República gane lo mismo que los diputados y senadores.
Chinaglia aclaró que el incremento del salario presidencial será incluido en el mismo proyecto de ley que la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados presentará para elevar las remuneraciones de los parlamentarios.
Los congresistas brasileños ganan 12.847 reales mensuales (sin contabilizar otros beneficios y bonificaciones), equivalentes a unos 6.300 dólares, y con el reajuste propuesto por la Mesa Directiva la remuneración llegaría a 16.250 reales (unos 7.974 dólares).
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