Los empleados de mantenimiento del Metro de Londres cancelaron ayer una huelga de tres días que iba a empezar este domingo y amenazaba con provocar un caos, anunció el Sindicato de Transporte del Reino Unido (RMT).
Unos 2.000 trabajadores iban a secundar el paro después de que fracasaran las negociaciones con Metronet, consorcio que gestiona las infraestructuras del Metro de Londres, sobre una disputa laboral.
El conflicto se centraba en los planes de Metronet para transferir empleados a otras empresas del consorcio, lo que iba a afectar a las condiciones laborales de los trabajadores, según el sindicato.
Sin embargo, la empresa informó por sorpresa de que ha desechado esos planes, después de que el RMT diera por fracasado la negociaciones para hallar una solución.
El secretario general del RMT, Bob Crow, manifestó su satisfacción por una decisión empresarial que calificó de "sensata".
La huelga amenazaba con causar un trastorno importante en los servicios de un metropolitano que utilizan a diario más de tres millones de viajeros.
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