Un tribunal de San Francisco ha establecido en tres millones de dólares (dos millones de euros) la indemnización que deberá recibir una antigua empleada del grupo estadounidense de logística FedEx por un caso de abuso sexual.
La sentencia ha sido emitida un día después de que la compañía accediera a pagar cerca de 55 millones de dólares (41 millones de euros) para zanjar un litigio por discriminación racial.
La denunciante, Charlotte Boswell, había trabajado durante doce años en la empresa y en el momento de su abandono, en 2000, formaba parte del departamento de envíos. En su denuncia, acusa a su supervisor de besarla y abrazarla a la fuerza, y de obligarla a trabajar los sábados en cuanto mostró las primeras quejas.
El tribunal considera que la empleada debe recibir 550.000 dólares (410.000 euros) en concepto de pérdidas de salarios y perjuicios, así como otros 2,45 millones de dólares (1,83 millones de euros) como resarcimiento y castigo a los responsables del daño.
Una portavoz de FedEx, Sandy Davenport, anunció que la empresa apelará la sentencia. "Estamos conmocionados", aseguró. "Nunca presentó una queja interna", añadió.
El fiscal del caso, Waukeen McCoy, considera que la empresa no instruye adecuadamente a sus responsables acerca de las consecuencias de este tipo de conductas ni controla a sus directivos.
Este letrado también ejerció de representante de otros dos antiguos empleados, a los que se indemnizó con 1,45 millones de dólares (1,08 millones de euros) el año pasado por discriminación racial.
Los comentarios están cerrados.