Alrededor del 88% de los algo más de 1.000 ciudadanos que fueron encuestados por TNS, -dedicada a la investigación de mercados y opinión-, y la Fundación Empresa y Sociedad para elaborar el Informe 'El ciudadano ante la acción social de la empresa en España' se mostraron dispuestos a participar en la acción social de sus empresas en caso de que se les ofreciera, según explicó esta mañana la directora general de TNS, Maite Rodríguez.
Acompañada del director general de Empresa y Sociedad, Francisco Abad, Rodríguez presentó esta investigación, elaborada en noviembre del pasado año a través de encuestas telefónicas realizadas a 1.002 ciudadanos mayores de 16 años empadronados en algún municipio español y representativos de la población española. Las cifras de disposición a colaborar con la empresa en materia de acción social han mejorado mucho desde 2000, cuando respondieron con un sí el 77% de los encuestados –en 2001 el 76% y en 2005 el 85%–.
Entre los resultados más destacados: los temas que más preocupan a nivel social en estos momentos son, por este orden, la educación de los jóvenes (47%), la inmigración (43%), el desempleo (35%) y la violencia doméstica, con un 29%. En último lugar aparece la ayuda humanitaria internacional, con un 8%.
En cuanto a quién debería asumir la responsabilidad ante estos temas sociales que más preocupan, un 85% respondió que las Administraciones públicas, seguidos de los propios ciudadanos individualmente (35%), las empresas, sólo en un 9%, las entidades sociales, con un 5% –con gran diferencia respecto al año 2000, cuando la respuesta fue de más del 40% de los encuestados–, y las instituciones religiosas, con un 2%, empatadas con las cajas de ahorros.
En cuanto al concepto de empresa responsables, o qué define mejor a una empresa de estas características, el 61% respondió que el respeto por los derechos de los trabajadores, el 37% el cumplimiento de las leyes, el 32% el cuidado del Medio Ambiente, y el 22% –y con el mismo porcentaje–, los productos con buena relación calidad-precio y la transparencia a la hora de comunicar sus actividades. El 17% respondió que "tener un equipo directivo ético".
Al ofrecer varias áreas de actuación social, los encuestados eligieron el Medio Ambiente como el área al que preferiría que se destinara la colaboración o acción social de las empresas, con un 52%, seguido del empleo, con un 37% y los temas sociales en general –discapacidad, mayores, inmigración, etc–, con un 30%. La salud pública obtuvo un 29% –semejante a la educación– y el apoyo al deporte un 12%. A cultura y arte sólo querrían destinarlo un 8%.
En cuanto al ciudadano como empleado, la encuesta de TNS y Empresa y Sociedad indica claramente la disposición de estos a colaborar con su empresa en materia de acción social si ésta ofreciera la posibilidad.
El 57% contestó que le parecía bien que su empresa colaborara con proyectos de asistencia social, el 31% opinó que su compañía debería preocuparse más por sus temas internos (como por ejemplo, sus empleados) en lugar de externos (acción social) y el 8% respondió que estos asuntos son responsabilidad exclusiva de la Administración. El 3% consideró que su empresa "debe dedicarse sólo a ganar dinero".
EMPRESAS MÁS CONOCIDAS
En cuanto a las empresas más reconocidas, o más recordadas por su acción social, la encuesta pidió a los participantes que señalan de forma espontánea una empresa que recordaran y una acción social concreta de ésta. Las más nombradas, por este orden, fueron La Caixa, Caja Madrid, Telefónica, BBVA, Bancaja y la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), estas dos últimas compartiendo la quinta posición.
Esta cifra de recuerdo, según explicó Rodríguez, también han mejorado mucho en estos seis años. Entre 1999 y 2003 sólo el 4% de los encuestados fue capaz de recordar una empresa asociada a una acción social concreta; en 2005 ese porcentaje ascendió al 20% y en 2006 fue del 27%. Los proyectos concretos más citados en esta última encuesta fueron el apoyo a personas con discapacidad y a las personas mayores.
Como conclusión Abad se refirió a la cada vez mayor formación e información de los ciudadanos y de los consumidores en relación a la acción social y su mayor disposición como empleados para colaborar con todo lo que organice su empresa en este sentido. De ahí su recomendación de que esta oportunidad sea aprovechada por las compañías para hacer de su voluntariado corporativo una apuesta ambiciosa dentro de la gestión de la empresa.
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