El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, considera 'imprescindible' que España lleve a cabo más reformas estructurales en su economía para subsanar la baja productividad.
A través de una carta remitida al europarlamentario español del Partido Popular Cristóbal Montoro, Trichet señala que las reformas deberían focalizarse en un aumento de la flexibilidad del mercado laboral, una mejora del sistema educativo y un impulso del progreso tecnológico y la innovación en las empresas.
'A largo plazo, un mayor incremento de la flexibilidad del mercado laboral, la mejora en el funcionamiento del sistema educativo, y el impulso de la difusión de la innovación y el progreso tecnológico parecen cruciales para alcanzar altos niveles tanto de productividad como de creación de empleo', señala Trichet en la misiva.
Sin embargo, el presidente del BCE también felicita al Gobierno español por haber incluido estas propuestas en el Programa Nacional de Reformas, al tiempo que alaba los esfuerzos llevados a cabo hasta ahora.
'En España, la consolidación fiscal y las reformas para aumentar la flexibilidad del mercado laboral han contribuido de manera indudable a aumentar el crecimiento, destacando la importancia de las medidas para estimular el crecimiento del empleo e integrar a los trabajadores con una productividad por debajo de la media en el proceso de producción'.
APORTACIÓN DE LOS INMIGRANTES
La carta de Trichet es la contestación a una pregunta escrita que le envió Montoro sobre una comparecencia parlamentaria en la que el presidente del BCE resaltó la relevante aportación que los inmigrantes habían realizado al crecimiento de algunas economías europeas, y citó a España, Luxemburgo e Irlanda.
Montoro le interrogó sobre si no pudiera considerarse que el proceso podría haber sido a la inversa, siendo la buena marcha de las economías de estos países lo que provocó la llegada de inmigrantes.
En su respuesta Trichet se mantiene en su opinión y no acepta la posibilidad esgrimida por el diputado popular europeo.
'Es probable que la prolongada expansión de la economía española haya atraído a trabajadores de otros países. Sin embargo, la inmigración ha funcionado también como un mecanismo inductor del crecimiento', señala.
'Por ejemplo, la inmigración ha sido crucial a la hora de impulsar la participación femenina en la fuerza de trabajo, así como el rápido crecimiento de sectores clave de la economía española, como la construcción o el turismo, aliviando la escasez de mano de obra que de otra forma no se habría podido producir', concluye el presidente del BCE.
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