Sindicatos y empresarios han calificado la modernización del Derecho Laboral europeo, que plantea el Libro Verde de la Comisión de las Comunidades Europeas, de “poco ambiciosa” en una mesa redonda, celebrada con motivo de la 12ª edición del Salón Capital Humano.
El debate abierto por la Unión Europea en torno a la necesidad de modernizar el Derecho laboral para sostener el objetivo de la estrategia de Lisboa de crecer de manera sostenible, con más y mejores empleos, “es necesario” y “sirve para reflexionar sobre nuevos elementos de futuro” pero “se queda corto”.
Así lo expresaba Roberto Suárez, miembro del Gabinete de Relaciones Laborales de la CEOE, para quien el modelo danés, en el que se ha basado el Libro Verde para indicar que se debe conciliar una mayor flexibilidad con la necesidad de maximizar la seguridad para todos (la denominada flexiseguridad), “difícilmente podrá ser trasladado al mercado laboral español”.
Sin embargo, según Suárez, la puesta en evidencia del modelo sí sirve para reflexionar “acerca de nuevos elementos de futuro de nuestro sistema de relaciones laborales, respecto al sistema de salida del mercado de trabajo, el sistema de políticas activas y pasivas”.
Por último, Suárez señaló que el Libro Verde “debería haber sido más ambicioso” y señaló como sus principales carencias el que no hace “referencia a las relaciones colectivas de trabajo, ni a rigídeces que existen en muchos sistemas de relaciones laborales que impiden progresar en esta línea”. En su opinión, “este debate era crucial y ha sido obviado por la Comisión Europea, al igual que ha hecho con la flexibilidad interna”, concluyó.
Por su parte, la representante de CCOO, Rita Moreno, se mostraba aún más crítica, señalando que “sólo habla de la flexibilidad externa, poniendo el punto de atención en modificar las condiciones del contrato indefinido”. Para Moreno, el concepto de flexiseguridad que plantea Europa “se centra en criterios sobre cómo flexibilizar y deshacerse del trabajador con contrato indefinido con el menor coste posible y, sin embargo, trata muy poco los aspectos de cómo aportar seguridad al trabajador”.
Desde CCOO se indicaba, además, que, para la movilidad interna de los trabajadores es un freno “los sistemas de clasificación profesional” que rigen actualmente en España. Para Moreno esta cuestión, “con Libro Verde o sin él habría que abordarla en nuestro país”.
Desde UGT, Ángel Presa, director de su Gabinete Técnico Confederal, criticó el Libro Verde “por simplista y por no tener ni profundidad ni rigor en lo que se refiere al análisis que efectua de la segmentación del mercado laboral”. Para Presa, los autores del Libro Verde entienden que “la modernización del mercado laboral pasa necesariamente por la individualización, obviando las relaciones colectivas”. Y esto, según Presa, “es preocupante”.
El contrapunto a estas opiniones lo puso Federico Durán, socio de Garrigues, para quien la virtud del Libro Verde es que “plantea la necesidad de reformar el Derecho Laboral”.Según el jurista, “la solución para reformar un mercado laboral distorsionado, como el actual, se puede lograr sin desprotección de los trabajadores y sin ignorar los aspectos colectivos de las relaciones laborales”, concluyó.
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