No tienen convenio colectivo, porque no pueden formar sindicatos. Pero las Fuerzas Armadas han conseguido un hito por primera vez en su historia: que el Ministerio de Defensa rectifique y reconozca que los criterios aplicados para subir el sueldo de los militares no eran transparentes, y esté dispuesto a revisar el incremento salarial caso por caso.
No tienen convenio colectivo, porque no pueden formar sindicatos. Pero las Fuerzas Armadas han conseguido un hito por primera vez en su historia: que el Ministerio de Defensa rectifique y reconozca que los criterios aplicados para subir el sueldo de los militares no eran transparentes, y esté dispuesto a revisar el incremento salarial caso por caso.
Todo ello, gracias a la presión de varios miles de militares, de un total de 140.000 miembros de los Ejércitos de Tierra, Armada y Aire, que con cartas dirigidas al presidente del Gobierno y a sus mandos han defendido sus derechos.
El origen del problema
El desencadenante de la reclamación laboral ha sido el denominado Componente Singular del Complemento Específico (CSCE) que se ha incorporado a la subida salarial de 450 millones de euros, a distribuir en tres ejercicios (2006-2008), aprobada por el anterior ministro de Defensa, José Bono.
Para fijar la cuantía de dicho complemento se establecieron cinco criterios: tipo de unidad, preparación técnica, peligrosidad, penosidad y nivel de responsabilidad. Éste último ha sido, precisamente, el desencadenante del malestar en el seno de las Fuerzas Armadas.
Gran número de sus cuadros de mando consideran que otro complemento -el denominado de empleo- ya paga el concepto de responsabilidad. Y que, por lo tanto, es una forma encubierta de primar económicamente a los mandos, dado que a medida que se descienda en el escalafón militar menor es la responsabilidad.
Sorpresa en las nóminas
La situación estalló cuando los militares recibieron las nóminas de enero. En contra del criterio de las empresas civiles que detallan los conceptos de las nóminas, la militar no explica de dónde sale la cuantía del CSCE fijada a cada miembro de las Fuerzas Armadas, y que oscila de los 26 euros de un soldado o marinero hasta los 630 de un coronel o capitán de navío.
Cuando los compañeros de una misma unidad, preparación técnica y perfil profesional -requisitos para fijar la cuantía del complemento- comparaban lo que les pagaban por el CSCE, y observaban la discriminación salarial, llegaban los recelos y los enfados.
La crispación aumentó conforme se descendía en el escalafón militar. "Lo que peor ha sido que esta competitividad sin transparencia y arbitraria deja, en muchos casos, la moral de la gente por los suelos", argumenta un comandante del Ejército de Tierra en activo.
El Ministerio, en alerta
Los informes que les han llegado estos dos últimos meses a los jefes de los tres Ejércitos desde sus respectivos servicios de inteligencia y la inquietud mostrada por los consejos superiores integrados por los tenientes generales y almirantes en activo, han hecho saltar las alarmas en el Ministerio de Defensa y entre los asesores del presidente del Gobierno.
Dentro de mes y medio hay elecciones municipales y autonómicas, y en un año, comicios generales. Y es que el colectivo militar con sus familias representa en torno a medio millón de votos, de los que más de la mitad corresponden a los suboficiales, principal cantera del PSOE entre los militares.
Ante este escenario, el director general de Personal del Ministerio de Defensa, Vicente Salvador Centelles, ha remitido una carta a cada uno de los militares que se dirigió a Zapatero en la que acepta la petición de revisar las retribuciones.
"Defensa ha solicitado a los cuarteles generales los criterios seguidos para definir el complemento y se ha dirigido, incluso, a determinadas unidades del Ejército para que expliquen cómo lo han calculado", asegura Mariano Casado Sierra, secretario general de la Asociación Unificada de Militares Españoles. Esta organización, la más comprometida en la defensa del agravio, puso hace semanas en la web un modelo de instancia para recurrir las retribuciones.
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