El Tribunal de Cuentas pone un caso del Principado como ejemplo de la falta de control en las prestaciones que España abona en el extranjero.
Un informe del Tribunal de Cuentas acaba de destapar notables lagunas en el control de las pensiones que la Seguridad Social paga a beneficiarios que residen en otros países. Y ha puesto como ejemplo un caso que implica a Asturias: la Dirección Provincial de la Seguridad Social estuvo pagando la prestación de un jubilado en el extranjero después de su muerte y esa situación duró once años. El Tribunal de Cuentas analiza en su investigación situaciones ocurridas en el año 2003, aunque concluye que los mecanismos para controlar el pago correcto de esas pensiones son en la actualidad igual de frágiles.
La Dirección Provincial de la Seguridad Social en Asturias siguió pagando a un pensionista afincado fuera de España después de su fallecimiento y esa situación se prolongó durante once años, según se recoge en un informe del Tribunal de Cuentas acerca de la gestión de las prestaciones sociales que España paga fuera del país. Por ejemplo, a jubilados extranjeros que durante su vida laboral trabajaron en el territorio nacional y cotizaron a la Seguridad Social. El Tribunal de Cuentas considera que el sistema de control del pago de pensiones contributivas en el extranjero es lo suficientemente débil como para que exista el riesgo de que estas prestaciones se estén abonando a personas fallecidas y pone como ejemplo el citado caso asturiano. El informe no detalla el origen del jubilado fallecido ni el país donde residió hasta su fallecimiento. Sí se añade un caso análogo ocurrido con la Dirección de la Seguridad Social en Madrid, que pagó por un pensionista también fallecido durante cuatro años. El informe es un trabajo de fiscalización especial de los procedimientos de reconocimiento y pago de pensiones en el extranjero que ha realizado el Tribunal de Cuentas sobre el ejercicio de 2003. La conclusión es que en aquel año se detectaron casos de abono de pensiones a beneficiarios fallecidos y que el sistema de control que debía haberlo evitado es hoy tan débil como entonces. Según el Tribunal de Cuentas, situaciones como la de Asturias ponen de manifiesto que el procedimiento de control aplicado es «inadecuado», y recalca que eso también ocurre en la actualidad, por lo que puede dar como resultado la «realización de pagos indebidos con la consiguiente posible pérdida para los fondos públicos». Para evitar la gestión de prestaciones con defectos en su importe o deficientemente tramitadas, el máximo órgano fiscalizador ve necesario que las entidades gestoras y la Intervención General de la Seguridad Social estudien la creación de un «nuevo modelo de control interno», teniendo en cuenta el entorno (normativa, recursos humanos o informáticos entre otros elementos) y aspectos con «mayor riesgo de error».
Los residentes en el extranjero que cobran pensiones españolas tienen la obligación de acreditar «fe de vida» durante el primer trimestre de cada año, aunque, como recoge el Tribunal de Cuentas, ese trámite no se cumplimenta en todos los casos.
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